LA SEMANA BURSÁTIL

La Bolsa, como la falla de San Andrés

El ven­ci­miento de de­ri­vados de esta úl­tima se­mana no le ha sen­tado nada bien a la Bolsa. Algo que cabía es­perar tras la pér­dida de los 9.000 puntos a fi­nales del mes de ju­nio. En las cinco úl­timas se­siones el Ibex 35 ha caído un 3 por ciento para des­li­zarse hasta los 8.500 pun­tos. Un des­censo que vuelve a os­cu­recer el pa­no­rama a corto plazo del mer­cado.

El principal objetivo ahora es salvar como sea el suelo actual en torno los 8.400 puntos y buscar la recuperación cuanto antes de la referencia sicológica de los 9.000. Algo que no se presenta nada fácil a tenor de la debilidad de los últimos indicadores económicos, el repunte de la inflación y los brotes de la nueva variante delta de la covid.

Las cifras del PIB y de producción en China están mostrando una rápida ralentización del crecimiento en el segundo trimestre, mientras que en Estados Unidos y Europa los datos de producción se han situado por debajo de las previsiones. Una decepción general que explican los ajustes en la renta variable española, atenazada además por una creciente inflación que aumenta exponencialmente los riesgos de estanflación. Máxime ante las nuevas medidas restrictivas que amenazan con frenar aún más la actividad económica en plena campaña turística.

Pero mientras la bolsa española se atasca en un remolino de dudas, los indicadores norteamericanos siguen marcando máximo tras máximo. En estos días, el Dow Jones ha tanteado por primera vez en su historia los 35.000 puntos, cuando hace poco más de una década se movía sobre los 10.000 puntos.

Un alza espectacular que genera vértigo a los inversores más prudentes. Un “crash” en américa pesaría como una losa en los mercados españoles, a pesar del notable retraso acumulado por el selectivo. Dicen que esto es como la falla de San Andrés, donde hace tiempo se debería haber producido ya un gran terremoto y cuanto más se retrase, pero será.

Calendario semanal de bolsa

Los datos de confianza y actividad en medio mundo, junto a la evolución de los indicadores de construcción en Estados Unidos, marcarán el ritmo de los mercados a lo largo de esta semana a la espera de la reunión del jueves del Banco Central Europeo.

Este lunes, la principal y única gran referencia para los mercados será el índice de confianza constructora NAHB en Estados Unidos.

Para el martes se esperan el IPC de Japón, así como los permisos de construcción y el inicio de casas nuevas al otro lado del Atlántico que pueden servir de piedra de toque para conocer cómo avanza el consumo.

En la sesión del miércoles lo más destacado será la balanza comercial de Japón y el índice hipotecario MBA en Estados Unidos, poca cosa para definir las estrategias de inversión.

Más cargada llegará la agenda financiera internacional de jueves. Este día se publicarán la confianza del consumidor en la zona euro, así como la venta de casas de segunda mano y el índice de indicadores en Estados Unidos. Antes se conocerá la decisión del Banco Central Europeo respecto a su política monetaria a corto plazo. Aunque no se prevén movimientos en los tipos de referencia, los inversores si escucharán con atención las declaraciones de Christine Lagarde sobre la inflación y los posibles recortes de estímulos para contenerla.

La semana bursátil se cerrará el viernes con la confianza consumidora y las ventas al por menor en el Reino Unido, aunque todas las miradas estarán centradas en los datos de actividad PMI manufacturero y del sector servicios que se darán a conocer tanto en las islas británicas, como en Europa y Estados Unidos.

Entre los resultados empresariales destacan los de Iberdrola, previstos para el miércoles, los de Bankinter para el jueves y los de Vidrala anunciados para el viernes.

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