La ex­clu­sión fi­nan­ciera, sobre todo en zonas ru­ra­les, preo­cupa a Competencia

El código postal se convierte en la clave para más fusiones bancarias

La CNMC con­di­ciona a ese cri­terio las ope­ra­ciones como las de CaixaBank y Unicaja

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En unos tiempos en los que los co­rreos elec­tró­nicos se han im­puesto a las cartas es­cri­tas, los ban­queros que tengan al­guna pre­ten­sión de aco­meter al­guna fu­sión van a tener muy en cuenta el có­digo postal de aque­llas su­cur­sales pre­sentes en de­ter­mi­nadas lo­ca­li­dades y evitar si­tua­ciones de mo­no­po­lio. Así se ha guiado la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) para aprobar tanto la fu­sión de CaixaBank con Bankia como la de Unicaja-Liberbank.

La presidenta de la CNMC, Cani Fernández, ha cumplido con lo manifestado hace unos días y ha aplicado los mismos criterios para aprobar la fusión de Unicaja con Liberbank que los ya utilizados para el visto bueno previo, a finales de marzo, para la integración de Bankia en CaixaBank.

Los responsables de Competencia han tirado de los distintos códigos postales en todo el territorio nacional para imponer más o menos condiciones a las dos operaciones de fusión que se han registrado en los últimos meses en el sector bancario español, para evitar posiciones de duopolio u oligopolio en determinadas zonas.

Como era lógico, por la menor dimensión de la operación, las condiciones a la fusión de Unicaja y Liberbank han sido muy limitadas y concentradas en determinadas zonas de la provincia de Cáceres, con tres posibles casi de solapamiento entre las dos entidades que podrían condicionar la libre competencia.

Más extenso fue el mapa de código postales detectados en la fusión entre CaixaBank y Bankia, dada la mayor magnitud de esta fusión. La CNMC detectó en el caso de esta operación 86 códigos postales en riesgo de duopolio y 21 de ellos en los que la entidad resultante resultaba ser el banco único.

La fusión de CaixaBank y Bankia generaba problemas desde las Islas Baleares hasta las Palmas, y también se registraban condicionantes en Madrid, Ávila, Castellón, Granada, Segovia, Valencia y Murcia, territorios en las que estaban más que presentes ambas entidades como consecuencia de las distintas integraciones realizadas por cada una de ellas tras la anterior crisis financiera.

El visto bueno a la fusión de Unicaja y Liberbank se ha producido en el plazo previsto por las dos antiguas cajas de ahorros. La presidenta de la CNMC, Cani Fernández, ya indicó, hace tan sólo unos días, que el análisis de la operación estaba casi cerrada y que se tendría que ajustar a los mismos criterios ya aplicados a la de CaixaBank-Bankia.

Riesgo de exclusión

Las dos nuevas operaciones de fusión ya aprobadas y en curso han alertado a muchos ante el riesgo de una exclusión bancaria en determinadas zonas, sobre todo en aquellas rurales o también denominadas como "España despoblada" en las que la presencia permanente de una entidad bancaria es casi nula.

Esta situación ya se había producido años antes con las distintas fusiones y la desaparición de las antiguas cajas de ahorros que, desde sus orígenes, han defendido su compromiso social y territorial en aquellas zonas en las que operan.

Tanto el presidente de CaixaBank, José Ignacio Gooirigolzarri, como su consejero delegado, Gonzalo Gortázar, se han comprometido desde el anuncio de su fusión en que se mantendrían en aquellas localidades en las que la única entidad bancaria presente fuera de su grupo bancario.

La CNMC ha puesto el punto de mira en las situaciones de falta competencia que se puedan producir en determinadas zonas geográficas de España y para ello se ha basado en los códigos postales. Una clave que deberán tener muy presente todos aquellos banqueros que barajen una potencial fusión o integración antes de que les impongan numerosas condiciones.

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