El año está confirmando el gran fenómeno generado en 2020 por el Covid-19. Mientras el grueso del sector sufrió en sus carnes un parón histórico de la actividad, los inversores ponían toda la carne en el asador en el negocio logístico. No podía ser de otra manera, en plena eclosión del comercio electrónico. En un mercado sin demasiado producto como el español, las necesidades de almacenamiento provocadas por la revolución 'online' tuvieron (y siguen teniendo) un impacto extraordinario.
El problema que ponen sobre la mesa los expertos es el de la velocidad de crecimiento. En estos momentos, el sector industrial y logístico supone casi el 30% de la inversión total en los seis primeros meses del año. Hay operaciones especiales que tiran de los más de 1.2000 millones de euros contratados este año, como la compra de la plataforma de activos logísticos Montepino por parte de Bankinter. Pero eso es sólo la punta del iceberg.
"Si no se hacen más operaciones en el segmento logístico es porque no hay más producto. En las grandes áreas económicas, como la zona centro, la actividad es extraordinaria. La demanda sigue totalmente disparada, y salvo sorpresón de última hora se van a batir todos los récords históricos por encima de los 2.000 millones de euros este año. No se observa ningún signo de cansancio", aseguran fuentes del sector que aseguran que el interés de los inversores institucionales no deja de crecer.
La otra cara de la moneda son las rentabilidades, que están recibiendo ya el enorme impacto de la subida de los precios. Los inversores están aceptando rendimientos que en sólo un trimestre han bajado desde el 4,75% hasta el 4,25%, según las estimaciones de CBRE. Otros expertos corroboran esta tendencia y ya no descartan un descenso hasta niveles cercanos al 4% en las grandes áreas de actividad porque la demanda no afloja.
Este es el peaje que están pagando los inversores, que sin embargo aún no se cuestionan las compras de activos logísticos. En un escenario de tipos de interés cero, rendimientos superiores al 4% son más que aceptables... al menos de momento y mientras se confirma hasta qué punto son coyunturales las presiones inflacionistas a uno y otro lado del Atlántico. En cualquier caso, el sector echa de menos movimientos de actividad y de rentabilidades más moderadas.
El tercer trimestre puede ser decisivo para marcar tendencia a corto plazo. La economía española está ofreciendo los primeros signos incuestionables de recuperación y esta realidad debería empezar a trasladarse poco a poco a la actividad en otros segmentos inmobiliarios clave que siguen en estado de hibernación. Nadie en el sector prevé una recuperación rápida, pero los brotes verdes no deberían tardar en aparecer.
Mientras el sector logístico supera todas las previsiones en inversión, centros comerciales y hoteles y un negocio clave como el de las oficinas siguen sufriendo la incertidumbre sobre cómo será la salida de la crisis. "La velocidad de salida es una incógnita y los inversores buscan ingresos seguros y estables a medio plazo. Preveo una reactivación progresiva, sin alardes. El logístico seguirá siendo el gran soporte del mercado", señalan en el sector.