Los ex­pertos apuntan prin­ci­pal­mente hacia el in­terés de algún gran fondo de in­ver­siones

Telefónica se pone al frente para la compra de Meo, la antigua Portugal Telecom

El grupo galo Altice pone en subasta su par­ti­ci­pa­ción en la an­tigua ope­ra­dora lusa

Portugal Telecom
Portugal Telecom

El in­versor francés Patrick Drahi ha puesto en subasta la prin­cipal ope­ra­dora lusa Meo, ad­qui­rida en 2014 por la fran­cesa Altice por 5.800 mi­llones de eu­ros, des­pués de que los ac­cio­nistas de la an­tigua Portugal Telecom ven­dieran el 50% de la bra­si­leña Vivo a Telefónica por 7.400 mi­llo­nes. El banco de in­ver­sión nor­te­ame­ri­cano Lazard apa­rece como in­ter­me­diario en la ope­ra­ción, a la que los ana­listas de BPI/CaixaBank han puesto ya pre­cio: un mí­nimo de 6.600 mi­llones de eu­ros.

El precio es seis veces el Ebitda registrado en 2020 por la operadora, con que el séptimo multimillonario francés Patrick Drahi, cuya fortuna se multiplicó por tres durante los últimos seis anos (pasó de 4.600 a 12.500 millones de euros), ingresaría unos 1.000 millones más que el precio que pagara hace seis años a la brasileña Oi para hacerse con la operación portuguesa. Una operación muy rentable, ya que en los últimos años Altice ingresó unos 3.000 millones con la venta de las torres de comunicación y de 49,9% de la red FTTH de Meo.

Pese a la apertura del mercado en Portugal, Meo sigue manteniendo una clara posición de liderazgo en todos los segmentos del negocio nacional. Controla un 40% de la televisión de pago, el 45% de los servicios móviles, más de un 40% de los servicios de banda ancha fija y el 45% de los servicios fijos. Pese a la pandemia, la operadora sacó buena nota del ejercicio: los ingresos crecieran un 0,5%, hasta 2.120 millones de euros, el Ebitda alcanzó los 833 millones (+0,2%) y, sobre todo, la inversión registró un volumen récord de 466 millones (+6,8%). Lo único que el grupo galo mantiene bajo secreto, sin ofrecer ninguna explicación, es el resultado neto anual.

Por lo tanto, no será por la pandemia, y aún menos por la evolución del negocio, que el millonario galo Patrick Drahi habrá puesto la operación portuguesa en venta. De hecho, no es la primera vez que se habla de ello. Hace un par de años, la prensa lusa ya especuló al respecto, pero nadie habló de números y aún menos de eventuales candidatos potenciales, que es lo que se está haciendo ahora. Expresso, por ejemplo, no descarta en absoluto la posibilidad de una oferta española, en concreto de Telefónica, pero solo casi como forma de conjurar un eventual control español. Una pesadilla que solo desapareció cuando PT aceptó desprenderse de sus 50% de Vivo. a favor de la empresa que preside José María Álvarez Pallete.

Dicha operación dejó 7.400 millones de euros en los bolsillos de los accionistas de PT, pero bajo la condición de invertir casi la mitad (unos 3.500 millones) en una operación de fusión con Oi, que pasó a tener un 23% de capital portugués. De hecho, tras la quiebra del Grupo Espirito Santo, fue Oi que se hizo cargo de negociar la venta de la operación lusa a Altice, a cambio de los ya referidos 5.800 millones de euros. Un negocio, al final, que también saldrá redondo a Patrick Drahi, que acostumbrado a este tipo de operaciones se endeudó hasta el cuello para crecer, y esperar el momento oportuno para vender y volver a empezar en algún otro negocio.

Analistas internacionales

Según analistas financieros, el multimillonario francés tomó la decisión de desprenderse de su participación lusa porque necesita hacer caja: lleva creciendo muchos años con financiación bancaria, y lo que toca, ahora, es rebajar la deuda acumulada por Altice Europa, que supera los 30.000 millones de euros. A principios de año, Patrick Drahi tuvo que movilizar más de 3.000 millones de euros para hacerse con el control total de Altice Europa, a través una Opa de exclusión de la Bolsa de Ámsterdam, y necesita vender en Portugal no solo para rebajar la deuda, sino también con vistas a una nueva estrategia de inversiones a largo plazo.

Cabe subrayar, al respecto, que los negocios de Altice Portugal van más allá de la operación Meo. Según la prensa lusa, el grupo de Patrick Drahi controla al menos dos docenas de otras empresas creadas al margen del negocio de telecomunicaciones, como Meo Energía, Meo Blue Ticket, Altice Labs, etc., que tienen 12.000 empleos directos y otros 15.000 indirectos, pero cuyo volumen de negocio global se desconoce. Altice hasta llegó a ofrecer a Prisa más de 400 millones de euros por Media Capital, que ante la oposición de las autoridades lusas acabó en manos de inversores portugueses por apenas unos 40 millones de euros.

En todo o caso, según algunos expertos financieros y del sector, Patrick Drahi no habrá podido esperar un momento menos propicio para poner en venta la operación de Meo. Es que, pese a la evolución favorable del negocio de las telecos, el sector sigue pendiente del despliegue de la futura red 5G. Al contrario de los nuevos “players” como Más Móvil, que ya tienen el problema resuelto, la subasta reservada a Meo, Nos y Vodafone lleva más de tres meses en espera y sin final a la vista. De hecho, las tres grandes operadoras siguen denunciado en los tribunales y en Bruselas las condiciones de la subasta y la “incompetencia” de la reguladora nacional Anacom.

Críticas oficialesa Más Móvil

Todo son críticas, non solo en relación con el precio final a subasta y el peso de las inversiones necesarias para desarrollar la infraestructura 5G, sino principalmente por el trato de favor reservado principalmente a Más Móvil, que, como nuevo actor en Portugal, en aquellas zonas donde no tenga infraestructura, podrá ofrecer roaming a sus respectivos clientes, utilizando gratuitamente las redes construidas por Meo, Nos y Vodafone. Ocurre, igualmente, que nadie sabe hasta donde podrá alcanzar la futura competencia de un nuevo actor como Más Móvil, en el caso de que llegue a explorar las eventuales “sinergias ibéricas” con la red de Vodafone.

Sin embargo, pese a haber fracasado en el intento de hacerse con Media Capital de Prisa, Patrick Drahi tiene sobradas pruebas de que raramente plantea una operación sin tener todos los cabos bien atados. Fue lo que pasó en 2014, cuando se hizo con la operadora francesa Free a cambio de 17.000 millones de euros, después por casi 200 millones de euros activos mediáticos como el periódico “Liberation” y el semanario “L’Express” que había adquirido poco antes por solo unos 20 millones de euros. Su imperio mediático también abarca la televisión (BFMtv) y la radio (RMC), por lo general al servicio de Macron.

Patrick Drahi hizo también fuertes apuestas en otros países, principalmente en Estados Unidos, siempre con la misma estrategia: endeudarse al máximo haciéndose con operadoras con agobios financieros, para recuperarlas y construir Altice USA, que cotiza en la bolsa de NY y suma unos 5 millones de clientes en más de 20 estados norteamericanos. Concretamente, entre 2015 y 2016, se hizo con dos operadoras de cable por 26.700 millones de dólares, y en setiembre 2020 ofreció otros 7.890 millones por una operadora canadiense. Altice construye ahora su red móvil en USA y también pagó 3.300 millones por la casa de subastas Sotheby’s.

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