“Vivir de alquiler es tirar el dinero”. Este ha sido el paradigma que han defendido los compradores, mientras que los defensores del arrendamiento esgrimen que la otra opción supone un endeudamiento muy pesado, a un plazo que puede variar entre los 20 y los 40 años. Una deuda que exige una determinada estabilidad en el puesto de trabajo y se encuentra sujeta a todo tipo de vaivenes. Al margen de crisis económicas, la inflación puede encarecer las cuotas de los pisos.
Los defensores del alquiler destacan como principal ventaja la posibilidad de cambiar rápido de piso por cuestiones de movilidad laboral. La web lahormigacapitalista.com señala también la ventaja de liquidez que supone no tener que aportar una entrada para el préstamo hipotecario, unos menores gastos (IBI, comunidad, seguro de hogar) y, sobre todo, no contar con una deuda a las espaldas.
El prestigioso portal Statista revela cuál es la preferencia en los distintos países. Según el Informe de Consumo Global, Rusia y China son los países con más sentimiento de propiedad, con el 87% y el 83% de los ciudadanos a favor de la compra de casa. El 71% de los italianos también, ligeramente por debajo que en España. En el otro extremo, se encuentran Suiza y Alemania, con el 31% y el 35% de partidarios de la propiedad. La encuesta se realizó sobre 15.000 adultos entre 18 y 64 años en cada país entre febrero de 2020 y marzo de 2021.
El prolongado escenario de tipos bajos ha conducido a los clientes a realizar más contrataciones de préstamos hipotecarios a tipo fijo. Según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en febrero se contrataron ya el 52,7% de las préstamos hipotecarios de vivienda según esta modalidad.
Impuesto exento
Frente al sentimiento de propiedad, adquisición de un activo a tipos de interés más bajos que los préstamos personales, la tenencia de una vivienda tiene dos grandes ventajas, comenta lahormigacapitalista.com, como son la posibilidad de hacer las reformas que se quiera en el piso y también la financiera de estar exenta del impuesto de patrimonio hasta 300.000 euros.
Entre las desventajas que advierte este site se encuentran el hecho de que el coste inicial es muy elevado, la doble imposición (tanto el IVA en la adquisición como por plusvalía en la venta), la exposición a gastos comunitarios inesperados, la menor movilidad del dueño y la deuda. Existe una tercera vía intermedia en el régimen de la vivienda poco explotado aún, que es el alquiler con opción a compra.