Los bancos más pequeños, como no podía ser de otra manera, han cerrado un 2020 muy complejo y con un esfuerzo adicional en provisiones como consecuencia de la pandemia. Eso sí, el impacto ha sido desigual entre entidades y en líneas generales han mantenido una mejor evolución que algunos grupos de mayor tamaño.
Kutxabank puede reivindicar su independencia y evitar fusiones con un beneficio de 180 millones de euros, aunque en la comparativa interanual supone casi un 49% menos por el mayor esfuerzo en provisiones. Su solvencia destaca frente al resto de competidores, con independencia de su tamaño, ya que la ratio de capital se eleva hasta el 17,8%. Mientras, la morosidad del grupo vasco se sitúa en el 2,32%.
En contraposición, Ibercaja ha cerrado el último ejercicio de su plan estratégico con el beneficio más bajo entre los pequeños, 23,6 millones de euros con un desplome de casi el 72%. Además de los 90 millones de provisiones extraordinarias, el grupo presidido por José Luis Aguirre ha asumido un coste de 151 millones de euros por el expediente de regulación de empleo (ERE) que afecta a 750 empleados.
Como ya adelantó hace una semana Capital Madrid, el consejo de administración de Ibercaja aprobará su nuevo plan estratégico a finales de marzo y la eficiencia tendrá que ser un objetivo clave, ya que al cierre de 2020 era del 62,5%, tan sólo algo por debajo del ya publicado en el tercer trimestre.
Abanca aún muestra una ratio de eficiencia algo peor, del 63,1%, después de las últimas compras realizadas. El beneficio del grupo presidido por Juan Carlos Escotet ha sido de 160 millones de euros, lo que supone un 60,5% menos en la comparativa interanual. Eso sí, la ratio de morosidad es de tan sólo un 2%.
Por separado
Unicaja y Liberbank han sorteado como han podido el pasado ejercicio en el que confirmaban, casi en los últimos días del mismo, su proceso de fusión para crear el quinto banco de España por total de activos (109.000 millones), por lo que su inclusión en el grupo de los bancos más pequeños ya no será adecuada.
Unicaja cerró 2020 con un beneficio de 78 millones de euros, con una caída del 54,8% como consecuencia de los 200 millones de euros destinados a provisiones extraordinarias por el coronavirus. Su ratio de capital, fully loaded, ha quedado en el 15% y la ratio de mora está en la media del sector (4,2%).
Liberbank ha encajado un recorte de su beneficio del 63,1%, hasta los 41 millones de euros, como consecuencia de las provisiones extraordinarias de 121 millones. La morosidad se ha reducido por debajo del 3% y su eficiencia, sin ser suficiente, es del 57% al cierre del pasado ejercicio.
Unicaja y Liberbank ya han avanzado que el banco resultante de la fusión tendrá un ratio de capital fully loaded del 15,1%, casi en línea con el mostrado por el grupo bancario andaluz hasta el momento. Las dos entidades han convocado sus respectivas juntas de accionistas para el 31 de marzo, en las que se aprobará su fusión.