Miguel Barroso, ex miembro de la re­dac­ción de El País, entra en su con­sejo

Prisa se reorganiza a gusto de su máximo accionista camino del 'split' societario

El mer­cado se queda frío ante un cambio que an­ti­cipa nu­ba­rrones so­cie­ta­rios

Grupo Prisa
Grupo Prisa

El mer­cado ha re­co­gido con cierta frialdad el re­ciente cambio de es­truc­tura del Grupo Prisa. La com­pañía de me­dios de co­mu­ni­ca­ción ha apro­bado un nuevo or­ga­ni­grama des­ti­nado a la se­pa­ra­ción efec­tiva de sus dos grandes lí­neas de ne­gocio e im­pulsar la crea­ción de Prisa Media coin­ci­diendo con el nom­bra­miento de Miguel Barroso, ex­se­cre­tario de Estado de Comunicación, como nuevo con­se­jero en re­pre­sen­ta­ción del má­ximo ac­cio­nista Amber Capital.

La nueva estructura del grupo contará con dos consejeros delegados: Manuel Mirat, actual consejero delegado del grupo, que será el responsable de Prisa Educación (Santillana), y una persona aún por determinar que liderará Prisa Media. Ambos consejeros delegados formarán parte del consejo de administración de Prisa y serán presidentes ejecutivos de sus respectivas divisiones.

Por su parte, Miguel Barroso, quien fuera secretario de Estado de Comunicación entre 2004 y 2005 y ex redactor de El propio diario ("pilló a FG en Alemania en conversaciones con el SPD alemán antes del 28 congreso del PSOEy el secretario general le embaucó", según me cuentan), pasará a formar parte de la cúpula directiva como consejero dominical por Amber Capital en sustitución de Fernando Martínez. La firma asegura que la experiencia profesional de Barroso y su conocimiento del sector "encajan perfectamente con los objetivos del plan estratégico en el que se encuentra inmerso el Grupo".

El futuro plan estratégico de Prisa, impulsado por el accionista mayoritario Amber Capital, con un 29,8% del capital, y su actual presidente no ejecutivo, Joseph Oughourlian, persigue la creación de dos compañías diferenciadas dentro del grupo: una para medios, apostando por la digitalización de sus medios escritos con modelos de suscripción como el de El País, y otra de recursos educativos (Santillana).

Prisa confía en que este nuevo organigrama permitirá a ambas sociedades ejecutar sus planes de negocio con mejores capacidades. En especial, espera poner en valor el negocio educativo, su actual buque insignia, cuyo objetivo es "el crecimiento y la extensión de los modelos de suscripción a todos los mercados donde está presente".

Por su parte, Prisa Media será la compañía resultante de la fusión de las divisiones de Prisa Radio y Prisa Noticias con el objetivo de acelerar la digitalización de los medios a través de los modelos de suscripción para alcanzar una mayor rentabilidad. En este sentido, el consejo de administración ha puesto en marcha un Comité de Transformación Digital para Prisa Media que impulse el proceso de digitalización, y que estará formado, entre otros, por el vicepresidente de Prisa, Rosauro Varo, y el futuro consejero delegado de Prisa Media, que será nombrado en la junta de abril.

Medidas destinadas a afianzar la rentabilidad de un negocio en horas bajas. La compañía cerró 2020 con un beneficio cercano a los 90 millones de euros frente a las pérdidas de 182 millones de un año antes. Sin embargo, este resultado positivo se produjo gracias a la plusvalía de 377 millones lograda con la venta del negocio de Santillana en España. Esta operación ha ayudado a salvar un complicado año. De hecho, sus ingresos de explotación cayeron un 27,4%, ligeramente por encima de los 700 millones de euros.

La cotización de Prisa, en cualquier caso, no acaba de levantar cabeza. Pese a mantener una revalorización de algo más de un 10% en el conjunto del año, su precio ha caído en estos días por debajo de la crítica cota del euro por acción, lo que vuelve a sembrar dudas en el corto plazo en su perfil técnico. Ahora mismo, señalan los expertos, estaría más cerca de recaer hacia los 0,7 euros que de rebotar hacia los 1,5 euros si no consigue recuperar en breve la referencia del euro.

Artículos relacionados