El sector re­clama 700 mi­llones de euros de los fondos de la UE para su des­pegue

El frío industrial repunta con su plan de modernización y transformación digital

Diseña un pro­grama con las co­mu­ni­dades au­tó­no­mas, en la es­tra­tegia de co­la­bo­ra­ción pú­bli­co-­pri­vada

Susana Rodríguez, AEFYT.
Susana Rodríguez, AEFYT.

El sector del frío salió de su ano­ni­mato con las va­cunas de la Covid-19, cuando se ne­ce­sitó man­tener los fár­macos a -75ºC para su con­ser­va­ción. Susana Rodríguez, pre­si­denta de la Asociación de Empresas del Frio y sus Tecnologías (AEFYT), ase­gura que “el prin­cipal reto que se pre­senta a las em­presas como con­se­cuencia de la pan­demia es la ace­le­ra­ción e im­pulso que de­bemos dar a la mo­der­ni­za­ción y trans­for­ma­ción di­gital de los pro­cesos y que en mu­chos casos ya se ha­bían ini­ciado.

"Esto -añade- se traducirá en las grandes empresas y Pymes en una mejora de competitividad con el fin de adaptarse y evitar la pérdida de clientes”.

“En los últimos años -señala Rodríguez- el sector alcanzó cifras de crecimiento cercanas al 10%, muy por encima del crecimiento del PIB. Sin embargo, la situación que están viviendo sectores como la restauración y la hostelería también está afectando a nuestro sector, fundamentalmente a empresas donde la cartera de clientes estaba muy vinculada a esa actividad. Esto, unido a la gran incertidumbre internacional, nos lleva a estimar que la facturación del sector a nivel global retroceda cerca del 20%, de los 5.000 millones anteriores.”

Manifestación de interés

AEFYT ha promovido la presentación ante el Ministerio de Industria una Manifestación de Interés (MdI) que aspiran a que se beneficie de unos fondos de 700 millones de Euros que la Asociación, junto a otros integrantes del sector.

Para la presidenta de la Asociación, “esta MdI pretenden movilizar proyectos tractores con capacidad de transformación sectorial y con amplio impacto sobre la productividad, el empleo y el territorio, teniendo en cuenta los objetivos de digitalización y transición ecológica marcados por la Comisión Europea. Los resultados obtenidos de esta convocatoria permitirán elaborar el mapa de los posibles proyectos para la modernización de la industria española para el período 2021-2023.”.

Proyecto Refrigenia 4.0

Rodríguez concede especial importancia a estos fondos “que permitirían llevar a cabo el proyecto Refrigenia 4.0 (2021-2023) donde se propone un proyecto de Digitalización y Eficiencia Energética en Instalaciones de refrigeración de la industria española de alimentación y bebidas. Pretende contribuir a la modernización de cinco subsectores de la industria agroalimentaria (lácteo, cárnico, hortofrutícola, vitivinícola y oleícola) acompañándolos en la doble transición digital y medioambiental.”

Desde AEFYT “hemos diseñado un plan de colaboración con las distintas comunidades autónomas, siguiendo la estrategia de colaboración público-privada que comenzamos en breve.” El plan de colaboración con las comunidades autónomas es transversal: incluye colaborar en la formación para el sector, a través de la puesta en valor de Formación dual en nuestra profesión.

Apuesta del sector

Añade Rodríguez, “las consejerías de Industria, también es un punto de colaboración, para dar visibilidad al sector y ayudar a aumentar la sostenibilidad, sustituyendo los gases fluorados por gases más sostenibles, acabar con el intrusismo que hace perder competitividad nuestras empresas. Hay que tener en cuenta que es un sector muy atomizado, y hay muchas competencias que recae sobre las comunidades, por lo que vemos necesario trabajar la cohesión desde las mismas para alcázar la igualdad de competitividad en las empresas del sector como una forma de generar organizaciones más productivas.”

Por su parte, el presidente de la Asociación de Explotaciones Frigoríficas, Logística Y Distribución de España (ALDEFE), Julián Corriá, corrobora que se necesitan esos fondos para seguir avanzando en la modernización del sector de almacenaje y logística del frio “por eso nos unimos a Refrigenia 4.0, con la intención de que sea el sector no solo del almacenamiento frigorífico si no en total de las compañías ligadas a la cadena del frío incluyendo fabricantes e instaladores los que hagan valer su peso económico ante el Ministerio de forma que directa o indirectamente se mejoren los fondos procedentes de la Unión Europea”.

Para Corriá, “la pandemia ha dividido la actividad del sector del almacenamiento de alimentos: se han producido reducciones en la actividad destinada a bares, restaurantes y hoteles y en cambio se ha incrementado en lo relativo a las grandes cadenas de distribución de alimentos.”

Alude también, “al problema de la fiscalidad ligada a la energía. La factura eléctrica de una empresa dedicada al almacenamiento frigorífico representa en torno al 40% de su cuenta de resultados. La fiscalidad es altísima y estamos excluidos por CNAE de las ayudas en bonificación del Impuesto Eléctrico; además no conseguimos ayudas a la eficiencia energética de forma directa.”

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