El sector prevé que la actividad se recupere para el segundo semestre del año, según lo permita la situación sanitaria
Basañez afirma que “hemos calculado que la cancelación o aplazamiento de ferias desde marzo, cuando se declaró el estado de alarma en España, han permitido la celebración de un 20% de las ferias previstas inicialmente.”, en torno a las 600 en el sector, de las que 400 dependen directamente de AFE.
“Se estima que el impacto económico, directo, indirecto e inducido, generado anualmente por las ferias españolas, es de 13.000 millones de euros, por tanto podríamos afirmar que alrededor del 80% de esa cifra no se ha producido en todos estos meses y peligran, en la misma medida, los empleos, al menos una parte importante de los 123.000 directos e indirectos que se calcula que genera la actividad ferial anualmente.”, declara Basañez.
Para Basañez,”la actividad del sector no sólo afecta a afecta a los organizadores feriales y recintos, sino que sirve de motor para todas las empresas que dependen de sus eventos arrastra a otros sectores que participan en que se hagan posible: stands, audiovisuales, azafatas e intérpretes, operarios, vigilantes, electricistas, pintores, moquetas, agencias, entre otros. También reduce los ingresos de otros negocios colaterales como restaurantes, hoteles, transportes y ocio.”
Respecto, al efecto económico sobre los organizadores, el presidente de AFE, considera que “cabe pensar que los ingresos han disminuido en línea con el porcentaje apuntado, es decir, se han reducido alrededor del 80% respecto a los 700 a 800 millones que factura globalmente el sector”.
Previsiones para este año
El sector Ferial espera que algunos brotes verdes” lleguen para el segundo semestre de este año y recuperar la intensa crisis del año pasado. Basáñez afirma que “de cara a 2021, sabemos que, por la situación sanitaria, siguen vigentes algunas medidas restrictivas que frenan la celebración física de las ferias en estos primeros meses del año. Por lo tanto, confiamos en poder retomar los encuentros presenciales ya durante el segundo trimestre y de forma más generalizada durante la segunda mitad del año.
“Con todo, nuestra previsión sitúa los ingresos de 2021 globalmente entre un 55% y un 60% de los que se registraron en 2019. Confiamos en que la actividad vaya recuperándose gradualmente, pero todo dependerá de la mejora que se produzca en materia de movilidad y de la velocidad del proceso de vacunación en España y en otros países.”, puntualiza Basañez.
Sin ayudas de la Administración
El sector ha acudido a la Administración en busca de su respaldo, el presidente de AFE afirma que, “a mediados de abril nos dirigimos al Ministerio de Industria, Comercio y Turismo solicitando ayudas directas para el sector, incluyendo a las empresas proveedoras y a las empresas expositoras que participan en las ferias, vía desgravaciones fiscales o de otra índole”.
“Desgraciadamente - añade Basañez - la respuesta hasta la fecha no se ha concretado en ayudas específicas, salvo las aplicadas para todos los sectores en general, y quedaron descartadas las posibles desgravaciones de las empresas participantes en las ferias, con una salvedad como es el caso de la Feria Internacional de Turismo, Fitur, declarada Acontecimiento de Excepcional Interés Público por su contribución a la recuperación del turismo en España, con una vigencia de tres años, desde 2021 hasta 2023.”
El sector considera que depende de las regulaciones gubernamentales, de la progresiva y deseable mejora de la movilidad -tanto nacional como internacional-, así como del avance en la administración de las vacunas, pero, cuando comiencen a celebrarse las ferias de nuevo con regularidad, entendemos que las mismas seguirán ayudando a las empresas y profesionales en su actividad y en su progresiva recuperación, dada su condición de herramientas insustituibles de promoción y marketing.
“Muchas de nuestras entidades y empresas relacionadas con la actividad ferial han solicitado EREs para su personal y en algún caso también han solicitado préstamos ICO. El daño podría haber sido mucho más grave en algunos casos, señala Basáñez, pero el hecho de que las instituciones feriales cuentan habitualmente con el respaldo de las entidades regionales en las que forman parte de sus órganos de gobierno: consejerías, ayuntamientos, diputaciones, cámaras de comercio, entre otras ha actuado como barrera de contención de mayores perjuicios.”
Unión del sector frente a la crisis “En todo este tiempo, al margen de seguir preparando las ferias para cuando podamos retomar la actividad, el presidente de AFE, destaca como factor positivo la unión del sector, llevando a cabo reuniones, intercambiando información y trabajando por el interés común”. “Hemos estado colaborando con otras asociaciones y entidades para la elaboración de protocolos en los que basarnos como guía de actuación ante la pandemia” subraya Basañez.