La compañía propietaria de la cabecera El País, cerró el pasado 31 de diciembre la venta de su negocio editorial en España por 465 millones de euros. Esta operación le permitió refinanciar su deuda de 1.148 millones, reduciéndola en un 30% y ampliando el vencimiento del resto hasta marzo de 2025.
Con todo, este rating se mantiene dentro del grado especulativo, lo que se conoce como bono basura. La firma recoge en su informe "el debilitado perfil de negocio del grupo pese a la reestructuración, aunque respaldado por las perspectivas de su negocio de educación en América Latina y la posible recuperación de sus negocios de medios".
Para Fitch la reestructuración y venta de Santillana España dan margen a la dirección del grupo para ejecutar sus planes empresariales sin presiones de liquidez. "Sin embargo, sin un cambio de rumbo claro y un desapalancamiento en los próximos 24 meses, la estructura de capital sigue siendo vulnerable, lo que podría requerir más acciones de reestructuración".
La refinanciación de la deuda permitirá a Prisa contar con alrededor de 275 millones para hacer frente a sus necesidades de liquidez y al desarrollo de su plan estratégico, que pasa por la creación de dos compañías diferenciadas, una para medios y otra para recursos educativos.
La salida de Javier Monzón de la compañía, movimiento impulsado por el accionista mayoritario Amber Capital, y la entrada de Vivendi hace unas semanas en el accionariado, haciéndose con el 9,9% de los títulos, otorga cierto margen de maniobra a Joseph Oughourlian, presidente en funciones del consejo de administración, para avanzar en esa estrategia.
Fitch calcula que Prisa cerrará 2020 con una deuda bruta de 900 millones de euros. Por ello considera que Prisa debe revisar su estrategia empresarial en el ámbito de prensa y radio. La firma ha advertido además de que evolución de su negocio editorial en América Latina puede ser peor de lo esperado principalmente a causa de la irrupción de la pandemia, cuyo efecto se prolongará también durante 2021.
En cualquier caso, cree que el grupo se beneficia de la estabilidad de su división educativa en Latinoamérica, "estructuralmente menos expuesta a los ciclos económicos y con una posición competitiva de líder, aunque actualmente afectada por la volatilidad macroeconómica y cambiaria". Los negocios restantes, sin embargo, muestran perfiles de riesgo más elevados debido a su sesgo hacia la circulación y los ingresos publicitarios, ligeramente compensado por una plataforma digital en crecimiento.
Por razones puramente comerciales, esta será la última vez que Fitch revise el perfil crediticio de Prisa. Esta subida de calificación sigue a la recientemente acometida por las otras dos grandes agencias de rating de referencia, Moody's y Standard & Poor's.
Tras tocar suelo por debajo de los 0,4 euros el pasado mes de septiembre, el valor ha entrado en una fase alcista que le está permitiendo ahora luchar por consolidar su cotización sobre el euro por acción. Una tendencia de mejora que tiene como principal obstáculo la cota de los 1,14 euros. A partir de ahí su siguiente techo estaría en las inmediaciones de los 1,3 euros.