El con­se­jero de­le­gado de Bankia, José Sevilla, se des­cuelga del pro­ceso de fu­sión

Goirigolzarri aterriza en CaixaBank con el FROB hasta 2023 pero sin su equipo

El Gobierno am­plía el plazo de su des­in­ver­sión por ter­cera vez en plena in­te­gra­ción

Goirigolzarri y Gortázar, CaixaBank.
Goirigolzarri y Gonzalo Gortázar.

El pre­si­dente del nuevo CaixaBank, José Ignacio Goirigolzarri, asume el cargo en la en­tidad re­sul­tante de la fu­sió­n-in­te­gra­ción de Bankia con las mu­letas del Estado hasta 2023 pero sin sus per­sonas de con­fianza (Caixabank con­serva nombre y equi­po), in­clu­yendo su con­se­jero de­le­gado, José Sevilla, pese a que se man­tenía que ten­dría un papel des­ta­cado en el nuevo banco. El con­sejo de Bankia ha con­vo­cado su junta de ac­cio­nistas para fi­nales de marzo, a la es­pera de que se re­ciban todas las au­to­ri­za­ciones para su fu­sión.

José Ignacio Goirigolzarri se encamina a su presidencia poco ejecutiva en el nuevo CaixaBank sin la compañía de sus directivos de mayor confianza, incluido el consejero delegado de Bankia José Sevilla, pero sí con la presencia del Estado, mediante el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), con un 16,11% de participación en la entidad resultante de la fusión hasta 2023.

Para entonces, el banquero vasco tendrá 69 años de edad, momento en el que podría replantearse su continuidad en la nueva entidad que quedará en manos ejecutivas de Gonzalo Gortázar, el actual consejero delegado de CaixaBank y que mantendrá esas funciones tras la fusión anunciada y aprobada.

Desde el Gobierno, según la ministra de Hacienda y Portavoz, María Jesús Montero, el nuevo aplazamiento para la desinversión de su participación de Bankia, el tercero desde su rescate, responde al objetivo de "maximizar las ayudas" inyectadas al banco nacionalizado y permitir "mayor flexibilidad" al FROB para la venta de su participación, que queda diluida tras la fusión con Bankia (desde el 61,8%, hasta el 16,11%).

La decisión del Gobierno se ha producido en paralelo al consejo de administración de Bankia, ya celebrado con la confirmación de que José Sevilla, su actual consejero delegado, no tendrá puesto alguno en el banco resultante de la fusión. El descuelgue de Sevilla se produce después de que el propio Goirigolzarri afirmará que número dos tendría un puesto destacado en el nuevo organigrama.

Hay más directivos actuales de Bankia que tampoco estarán en el nuevo organigrama de CaixaBank, a la espera de las decisiones de su consejo de administración convocado para el jueves 18 de febrero.

Al final, Goirogolzari se queda sin la mitad de su comité directivo, a la espera de las autorizaciones para su fusión con CaixaBank, que de recibirse antes de finales de marzo anularían la junta de accionistas convocada para esas fechas por la entidad nacionalizada.

Piezas clave

José Ignacio Goirigolzarri tendrá que asumir la presidencia del nuevo CaixaBank sin el apoyo de algunos directivos que le han acompañado en los duros años de rescate y reflotamiento de Bankia. Al margen de José Sevilla, también se caen en el nuevo organigrama personas muy cercanas al presidente, como la directora general adjunta de Comunicación y Relaciones Externas, Amalia Blanco.

Un histórico como Antonio Ortega, que además de consejero es director general de Personas, Medios y Tecnología, también se queda en el camino de la fusión con CaixaBank. Menos ligado a Goirigolzarri y más al anterior presidente de Bankia, Rodrigo Rato, el actual secretario de Bankia, Miguel Crespo, se queda al margen en el proceso de fusión.

Leopoldo Alvear, hasta el momento director financiero de Bankia, ya ha fichado para ese mismo cargo en el nuevo Sabadell bajo la gestión de su consejero delegado, César González-Bueno, y en sustitución de un histórico como Tomás Varela en el grupo presidido por José Oliu.

A la espera de la reunión del consejo de administración de CaixaBank, tras el que se podrá conocer el organigrama definitivo de la entidad resultante de la fusión, entre los directivos significativos de Bankia quedan Fernando Sobrini, al frente de la Gestión de Activos y Participadas, o Eugenio Solla, director adjunto de banca de particulares y procedentes de Caja Ávila.

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