"No forma parte de la estrategia del banco alguna operación corporativa en los próximos tres años. Buscamos mayor rentabilidad para el accionista", ha afirmado rotundo el presidente del Sabadell que no quiere oír hablar de fusiones ni de potenciales compras y está con la vista en el nuevo plan estratégico que elabora el nuevo consejero delegado, César González Bueno.
Tras haber descartado el pago de dividendo con cargo al ejercicio de 2020, en el que el beneficio ha sido mínimo por las provisiones, José Oliu prevé que se pueda volver al reparto de dividendos en función del resultado que se consiga durante este año, aunque esa decisión deberá de tomarse por parte del consejo de administración que seguirá presidiendo pero ya sin funciones ejecutivas.
A su juicio, la fracasada negociación con el BBVA para una fusión "pertenece al pasado" y evita entrar en mayores consideraciones sobre la operación que se dio por rota a finales de 2020. "No nos salían los números de la manera adecuada con esa fusión", ha reconocido Oliu.
El presidente del Sabadell ha justificado el fichaje del director financiero de Bankia, Leopoldo Alvear, en proceso de rejuvenecer a la alta dirección. Alvear (50 años) sustituye en la dirección financiera a un histórico como Tomás Varela, que a diferencia de Jaime Guardiola, el consejero delegado, no se jubila y ha optado por nuevos rumbos.
José Oliu deja en manos del nuevo consejero delegado, César González Bueno, los nuevos movimientos de directivos en el banco, aunque ha indicado que en el propio banco "hay talento" y no es totalmente necesario fichar a ejecutivos de otras entidades para la nueva etapa que el Sabadell inicia.
Cuentas del 2020
El grupo presidido por José Oliu se ha anotado tan sólo dos millones de euros de beneficio en el último ejercicio, un 99,7% menos, aunque sin la filial británica el resultado se situaría en 222 millones, con una caída interanual del 72,2%. Las provisiones de 2.275 millones por el Covid, la venta de carteras y el plan de reestructuración han pulverizado la cuenta de resultados.
El aún consejero delegado del Sabadell, Jaime Guardiola, defiende sus últimas cuentas anuales tras más de una década en ese cargo al destacar la actividad comercial alcanzada. "Con el esfuerzo en saneamiento y la ejecución del plan de eficiencia en España y Reino Unido, sentamos las bases de nuestro próximo plan estratégico que será presentado el próximo mes de mayo", afirma en un comunicado.
El pasado mes de diciembre, tras la ruptura de las negociaciones de fusión con el BBVA, el Sabadell anunció la retirada de Guardiola y la designación como nuevo consejero delegado de César González-Bueno, el encargado de elaborar dicho plan estratégico que, en un principio, se iba a presentar durante el primer trimestre de 2021.
El beneficio antes de impuestos (BAI) del ejercicio de 2020 refleja unas pérdidas de 121 millones de euros y el resultado neto se beneficia de una recuperación de 124 millones de euros de impuestos. Tan sólo en el cuarto trimestre, las pérdidas del Sabadell fueron de 201 millones de euros por la contribución al Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) y el Impuesto sobre Depósitos de Entidades de Crédito (IDEC).
Los ingresos del negocio bancario (margen de intereses más comisiones netas) tiene un comportamiento negativo (6,2%) en la comparativa interanual, aunque en el cuarto trimestre estanco avanzó un 3,1%, gracias a un repunte del margen de intereses del 1,5%, aunque esta primera línea de la cuenta de resultados se contrae un 6,2% en el conjunto del año.
El total de costes asciende a 3.461 millones de euros a cierre de diciembre, un 7,7% más en la comparativa interanual como consecuencia de los costes de reestructuración en España y en la británica TSB que suman 314 millones de euros. La ratio de eficiencia cierra 2020 en el 55,4%.
El plan de eficiencia tendrá un impacto positivo de 141 millones de euros anuales por el ahorro de costes. La financiación de dicho plan se ha acometido con plusvalías de 314 millones de euros por las ventas de parte de la cartera ALCO, lo que ha disparado en el año los resultados por operaciones financieras (ROF). Tras la ejecución de dicho plan, las plusvalías latentes no utilizadas ascienden a 1.200 millones de euros.
TSB ha logrado mejorar su eficiencia, ha reducido sus costes recurrentes y avanza su plan estratégico. La previsión del grupo presidido por José Oliu es que la filial británica logre beneficios a lo largo del actual 2021.
Menos morosidad
El Sabadell materializó en el cuarto trimestre de 2020 la venta de las carteras Explorer, Aurora y Higgs que ascendían a 1.200 millones de euros. De esta manera el banco liquida por completo los activos procedentes de la CAM, la caja de ahorros alicantina que se adjudicó en la anterior crisis financiera.
Tras esas ventas, la ratio de morosidad del grupo se sitúa en el 3,6%, gracias a la menor mora de la filial británica (en contraposición, TSB empeora la eficiencia del grupo). SIn TSB, la ratio de morosidad se eleva a 4,28%.
En cuanto a capital, la ratio CET1 fully loaded ha mejorado un punto básico en el último trimestre hasta el 12%, mientras que la ratio de primera calidad permanece estable en el 12,6% a cierre de año.