Monitor de Innovación

Su ob­je­tivo es la pro­tec­ción del em­pren­di­miento de van­guardia por parte de los agentes pú­blicos y pri­vados

La Ley de Startups, el proyecto estrella que sigue en la nevera

El Gobierno se com­pro­metió a ini­ciar los trá­mites en di­ciem­bre, pero aún no ha rea­li­zado ni la con­sulta pú­blica

Startups.
Startups.

"Un salto cua­li­ta­tivo hacia ade­lan­te". Así vendía Pedro Sánchez, pre­si­dente del Gobierno, la es­pe­rada Ley de Startups a prin­ci­pios de di­ciem­bre. Aprovechaba su pre­sencia en el evento de in­no­va­ción Web Summit, en Lisboa, para anun­ciar las bon­dades de la norma que se es­taba co­ciendo, y que por estas fe­chas aún sigue en el horno. El Ejecutivo se com­pro­metió des­pués a po­nerla en los raíles le­gis­la­tivos "a partir de di­ciem­bre". Aún se la es­pera.

En el anteproyecto de ley publicado por el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, se puede encontrar una detallada definición de las organizaciones que serán beneficiarias de la nueva norma: "Con carácter general nos referimos a ellas [las startups] como empresas de reciente creación, normalmente fundadas por emprendedores, de base tecnológica, innovadoras y con una elevada capacidad de rápido crecimiento".

Uno de los objetivos primordiales de la nueva regulación es, de hecho, delimitar conceptualmente lo que es una startup y los requisitos que debe reunir una firma para ser reconocida como tal por la Administración. Esa tarea, y la de identificar los agentes que deberían actuar como 'business angels' o mecenas, serán los primeros pasos en el camino normativo para crear un ecosistema favorable al emprendimiento.

En anteproyecto pretende someter a consulta pública estas cuestiones, así como otras relacionadas con el apoyo económico y humano a las startups. Materias como los incentivos fiscales y laborales, la diversidad de género, el mecenazgo empresarial, la detección del talento o la eliminación de trabas burocráticas serán objeto de la regulación.

Nación emprendedora

Sánchez aseguró en su momento que el Gobierno trabajará codo con codo con el colectivo empresarial, en aras de que la ley se ajuste lo máximo posible a la realidad del emprendimiento español.

La futura norma, bautizada interinamente como Ley de Fomento del Ecosistema de las Startups, no es un proyecto aislado, sino que formará parte de un programa estratégico más amplio denominado España Nación Emprendedora, con Francisco Polo al frente como Alto Comisionado.

La estrategia tiene cuatro metas fundamentales: impulsar y facilitar las inversiones en startups para situar a España al nivel de los referentes en Europa (como Francia y Alemania) y establecer las condiciones óptimas para atraer y conservar el talento humano.

El fruto deseado es que los emprendedores modernos españoles tengan la perspectiva de crecer y expandirse en lugar de vender su negocio, creando un nuevo nivel en el tejido del emprendimiento.

Está previsto que el borrador sea sometido a la consulta de los agentes implicados antes de que concluya el primer trimestre del presente año.

Artículos relacionados