Después de un año para olvidar, la apuesta de la Sepi había dado alas al grupo de infraestructuras, robótica e inteligencia artificial al mejor su solvencia patrimonial, perfil corporativo y liquidez para afrontar el crecimiento de negocio de sus actividades, así como los recursos necesarios para su recuperación operativa.
A ello se sumaba una ampliación de capital por hasta 21,2 millones de euros que contaba con la garantía parcial de sus accionistas. Al final, han sido suscritas 155,5 millones de acciones nuevas por un importe de 14 millones de los cuales cerca de tres millones corresponden a suscripción del mercado y 11 millones a la aportación de los grandes accionistas que habían mostrado su compromiso de suscripción.
Con todo, gracias a esta reestructuración, Airtificial prevé que su negocio vuelva a levantar el vuelo después de un año muy complicado. De hecho, en las últimas semanas ya está recogiendo un importante incremento de los proyectos de la compañía, tanto en cifras de contratos como en diversificación de negocio y de geografía.
Este despegue se refleja en los nuevos contratos firmados por el grupo en Nafta, Europa y Colombia que se completa con el incremento de pipeline potencial en el que se trabaja con intensidad.
En concreto, Airtificial ha ampliado su cartera de pedidos con la adjudicación de tres proyectos, dos del sector de automoción en Nafta y Europa, y otro del de obra civil en Colombia, por un valor total de 7,7 millones de euros.
El mercado ha recogido de inmediato esta mayor solidez del grupo. En apenas una semana ha logrado revertir su perfil bajista con un repunte del 5% en su cotización. Una vez frenada la sangría vendedora que le había llevado a acumular pérdidas superiores al 20% en Bolsa en el año, los expertos dan credibilidad a este rebote.
No obstante, para asegurarse y darlo por bueno en su totalidad aconsejan esperar a que el valor recupere la cota de los 10 céntimos por acción.