Asociaciones de consumidores achacan el aumento a este tipo de cobros, a los que concede un efecto "determinante". Las comisiones impuestas por algunas entidades contribuyen decisivamente a encarecer las 'revolving', aportando varios ejemplos: la tarjeta Mastercard Uniduo, de Unicaja, que aplica una comisión de 44 euros anual si no se realizan compras con la misma; la Tarjeta Después y la Después Oro, de BBVA, que cobran 43 y 80 euros, respectivamente; y la Visa Diamond Infinite Credit, de Openbank, que cobra 55 euros.
El bucle de los tipos de interés
La TAE media de las 'revolving' ha alcanzado el 20,17%, frente al 18,88%, registrado en el mes de junio, aún lejos, eso sí del techo de 25,20%, tocado en diciembre de 2019.
El alto coste de este tipo de 'plásticos' se debe, en gran medida, al propio funcionamiento de los mismos: las operaciones de compra o desembolsos financiados con ellas quedan aplazados automáticamente, de modo que el usuario dispone de una línea de financiación que le permite pagar sus compras a plazos.
Son productos de crédito, por lo que se pueden hacer pagos aunque la cuenta esté a cero, lo que genera un cargo para el usuario. Y si la cuota elegida no cubre los intereses, la devolución del crédito puede demorarse, de modo que la deuda sigue incrementándose hasta que el pasivo no pueda ser satisfecho. Nace entonces una nueva deuda con nuevos intereses, generándose un bucle de endeudamiento.
En un comunicado, una asociación critica este mecanismo de endeudamiento en espiral: "Además del elevado precio, el mecanismo de amortización, a través de cuotas reducidas y plazo de pago de la deuda indefinido, genera una montaña de intereses que no se explica al usuario", denuncian desde la asociación.