Una caída de enorme envergadura que ha servido de excusa para que algunos de sus enemigos habituales vuelvan a la carga. "Podría bajar a cero", ha dicho El vicegobernador del Banco Central de Inglaterra, Sir Jon Cunliffe.
Muchos recién llegados al universo de la criptos están probando en estos últimos días la cara más amarga de la inversión en estos activos: caídas pronunciadas en medio de una volatilidad sofocante. Los que no estén preparados para afrontar el envite de las criptomonedas correrán con lo que queda de su dinero hacia otra parte. Pero cada vez es más evidente que son más y más los que sí aceptan el reto.
En clave española, que tres muy veteranos primeros espadas del empresariado español como Juan Roig, Ángel Corcóstegui y José María Castellano hayan aceptado el reto de participar en la ronda de financiación de 3,5 millones de euros de la empresa valenciana de compraventa y ahorro criptomonedas, Criptan, supone un enorme espaldarazo a la credibilidad de estos activos por parte del inversor de a pie.
"Noticias como esta nos refuerzan enormemente. Significa que empresarios con una trayectoria intachable y una innegable visión global de los negocios sí apuestan por las criptomonedas a largo plazo. Que inversores tan fogueados como estos se suban al carro de los productos que explotan en la generación de los 'millennials' tiene un valor incalculable", señalan en una de las mayores plataformas de criptos del país.
Pero hay señales mucho más potentes y globales de que al fenómeno cripto le queda mucho recorrido. Las cajas de ahorro alemanas, que atesoran 1 billón de euros de los ahorradores germanos, han lanzado ya al espacio el globo sonda de que están trabajando para poner en marcha su propia plataforma de intermediación de criptodivisas. Una noticia que ha sorprendido por la naturaleza de estas instituciones.
Los trabajos están en marcha, con los tiempos y la prudencia que exige un proyecto que se puede considerar como disruptivo para unas entidades de marcado carácter conservador y que, en algunos casos, han sufrido importantes problemas de solvencia tras la gran crisis de 2008. Que los dueños de los ahorros de más de 50 millones de ciudadanos de la primera economía de europa puedan apostar fuerte por las criptos podría resultar un paso decisivo.
Otra vez en clave local, la extraordinaria irrupción de las criptomonedas como fenómeno que alcanza ya de lleno al inversor particular está obligando a los intermediarios financieros tradicionales y a los nuevos nativos de Internet a cambiar de velocidad. La inmensa mayoría que aún no ofrece servicio de compraventa de criptomonedas se prepara para su lanzamiento, más pronto que tarde, a lo largo de 2022.
"No podemos esperar más, porque nuestros clientes nos lo demandan y, si no se lo damos, se irán a la competencia", señalan en un reputado 'bróker' español que como otros muchos estudia cómo lanzar este servicio con cinturón de seguridad. Es decir, que tanto la supervisión como la custodia se haga desde España, para ofrecer la máxima tranquilidad a sus clientes. Incluso mientras corrigen hasta el exceso en los mercados, las criptodivisas siguen ganando adeptos.