Así lo atestigua una encuesta realizada en el tercer trimestre en ocho países sobre una muestra total de 22.337 adultos entre 18 y 64 años. Se trata de un trabajo con respuesta múltiple, lo que significa que admite varias contestaciones y sobre la agregación de respuestas se miden las preferencias del público por una u otra forma de pago.
El dinero físico es el medio preferido por el 68% de los encuestados españoles para abonar sus compras o servicios. El pago con tarjeta de débito mantiene una elevada preferencia, manifestada por el 60% de la muestra, mientras la utilización de tarjeta de crédito se manifiesta en el 45%.
“El nacimiento de los pagos móviles hace más de una década supuso una auténtica revolución en las transacciones. Con la llegada de la pandemia, que provocó un aumento de los pagos electrónicos y digitales, la tendencia a huir del dinero en efectivo e incluso de las tarjetas parece que va en aumento, y hay quienes pronostican tal descenso en el uso de dinero físico que puede incluso llevar a su desaparición en algunos países. La pandemia, con la profusión de métodos sin contacto, y la tendencia de la banca a la digitalización, con cada vez menos atención en ventanillas y cajeros, lo refuerzan”, especifica en una información la Tribuna de Salamanca.
Austria, México y EEUU
Los ciudadanos españoles no son los únicos que prefieren realizar sus pagos con el sistema de toda la vida, los billetes y monedas. Los austríacos, con el 82%, y los mexicanos, con el 70%, también votan por esta fórmula, mientras que en Estados Unidos existe un “empate” a 60% entre el uso del dinero y el de la tarjeta de débito. En Francia, el uso de la billetera es el segundo medio más utilizado después de la tarjeta de crédito por un estrecho margen de 57& a 61%.
China es el único país en el que el uso del móvil es absolutamente mayoritario a la hora de pagar compras y servicios, con una preferencia del 84%, frente al 45% de la utilización del efectivo, según la encuesta de Statista Global Consumer Survey. El 73% de los brasileños prefiere la tarjeta de débito, frente al 63% que declara utilizar la tarjeta de crédito y un 61% que manifiesta que paga con dinero.
El pago con dinero físico tiene sus días contados, si se tiene en cuenta la digitalización de la economía y el avance fórmulas de pago que incluso amenazan con sepultar a medios que se han impuesto en los últimos cincuenta años, como son las tarjetas físicas. La utilización de monedas digitales y criptomonedas parecen constituir la senda por la que van a desenvolverse el comercio en los próximos años. Junto al móvil, por supuesto.