Con ella pretende superar los 1.000 millones de ingresos en 2025 y alcanzar un Ebitda de más de 170 millones de euros.
La promotora–constructora y gestora de cooperativas vasca Jaureguizar es una de las principales referencias del sector inmobiliario en Euskadi, con más de 35 años de experiencia en promoción residencial y más de 7.500 viviendas entregadas. Su actividad fundamental se centra en el sector residencial y, particularmente, en el de vivienda protegida.
Para ello cuenta con amplia experiencia en diseño y urbanismo sostenible. No en vano, fue la primera empresa de Euskadi que obtuvo el certificado medioambiental EMAS. Eso le ha revertido un reconocido prestigio en el mercado inmobiliario de las tres provincias vascas, e intensa actividad promotora y como desarrollador urbanístico, continuará realizando su actividad bajo su nombre e identidad comerciales originales.
Tras la integración, el grupo se posiciona en el mercado vasco con una cartera de 2.400 viviendas en diferentes fases de desarrollo: 755 viviendas en construcción ya vendidas, 970 viviendas en comercialización, 500 previstas en suelos en desarrollo, y 175 en activos en rentabilidad (apartamentos tutelados, apartahotel en Vitoria, viviendas en alquiler en Rentería, garajes, y unos 2.500 metros cuadrados de oficinas).
El portfolio de esta sociedad se viene a sumar a la amplia cartera de suelo de Urbas, más de 17 millones de metros cuadrados, con una capacidad para desarrollar más de 15.000 viviendas en zonas con alto potencial de demanda.
Tras las adquisiciones de las constructoras Murias, Ecisa, Urrutia y Joca, Urbas sigue avanzando en los objetivos de su hoja de ruta con horizonte 2025. Con esta fórmula de crecimiento inmobiliario inorgánico, la compañía ha fortalecido exponencialmente su línea de negocio de construcción y ahora, con la compra de Jaureguizar, también la de promoción inmobiliaria.
La compra de Jaureguizar supone un paso adelante en la estrategia de crecimiento y expansión del grupo promotor, constructor y minero que pasa a tener más de 900 empleos directos tras la integración de los más de 60 trabajadores de Jaureguizar.
Estrategia que ha permitido a la cotizada española cerrar el primer trimestre con un beneficio de 62 millones de euros, una cifra de negocio de 85 millones de euros y unos activos valorados en 966 millones de euros, incluyendo plusvalías latentes por valor de 338 millones.
La compañía no se conforma con estas cifras y asegura que seguirá atenta a todas las oportunidades interesantes destinadas a impulsar el crecimiento, dentro y fuera de España, así como a consolidar los resultados positivos y seguir creando valor para los accionistas y empleados. Todo ello mientras desarrolla un crecimiento orgánico ordenado, creando grandes sinergias y racionalizando recursos entre todas las compañías recientemente adquiridas.
La cotización del grupo, sin embargo, sigue sin despuntar, algo que tiene desconcertados a los analistas. Con un beneficio solo en el primer trimestre casi tan elevado como su capitalización y un precio de valor contable de apenas 0,18 no parece tener demasiado sentido el escaso tirón en el mercado.
Es cierto, que muchas de las últimas adquisiciones se han hecho con un valor de Urbas en torno a los 0,012 euros por acción y a ello hay que añadir la reciente ampliación de capital para asumir el crecimiento. Sin embargo, todos estos factores deberían pasar ya a segundo plano tanto por la fortaleza de los resultados en el primer semestre como por sus grandes perspectivas a corto y medio plazo.
Según las estimaciones a bote pronto de algunos analistas, el valor debería estar cotizando como mínimo al doble del precio actual en 0,017 euros por acción. Pero el mercado tiene razones que la razón no entiende.