Por primera vez en años, le están fallando las fuerzas en bolsa. Una novedad todavía no preocupante, pero que empieza a ser inquietante para sus miles de accionistas.
Los gestores no están reparando en Cellnex en este comienzo de año. El ejercicio 2021 acaba de empezar y queda todo el melón por abrir, pero enero suele ser un mes revelador de por dónde van las preferencias de las grandes firmas de inversión gestores. Es hora de reestructurar carteras y fijar bien las apuestas para el primer tramo del nuevo año y Cellnex no parece ya una de las grandes prioridades de los inversores, al menos a corto plazo. Tanto es así que la compañía se ha quedado fuera del primer tirón alcista del año.
De hecho, el valor se ha situado ya por momentos en el farolillo rojo por rentabilidad en este comienzo de año. "En realidad la acción no hace sino confirmar los síntomas preocupantes que ya venía emitiendo desde primeros de noviembre, cuando se empezaron a ver ventas sistemáticas cada vez que el valor buscaba los 50 euros. Las subidas de los últimos años han sido muy fuertes y Cellnex necesita hacer parada y fonda", señalan fuentes bursátiles.
Pero más allá de la evidencia de que la acción pide a gritos digerir un avance que en cuatro años ha llevado la capitalización bursátil de Cellnex desde los 5.000 hasta los casi 24.000 millones de euros, los analistas detectan más problemas de fondo. Problemas que en nada tienen que ver con la gestión del grupo -la marcha por motivos personales del hasta ahora presidente por motivos personales no afectan al día a día- ni tampoco con el acierto en sus últimas adquisiciones. La cuestión es que se están produciendo movimientos muy significativos en el sector.
Todo lo bueno acaba
"Hasta ahora Cellnex se ha beneficiado de su carácter de pionero. Con sus compras agresivas, ha liderado un sector de torres de telecomunicaciones en el que muchos grupos han tenido una actitud muy pasiva, han llegado tarde. Pero Cellnex ha sacado a la luz el inmenso valor del negocio y todo el mundo ha tomado nota. Ni va a poder comprar a precios tan atractivos como hasta ahora ni la competencia se lo va a poner fácil", señalan en una gran gestora española.
Por ejemplo, Vodafone ya tiene toda la maquinaria preparada para sacar a Bolsa su filial de torres Vantage para captar unos 5.000 millones de euros. Y Deutsche Telekom y Telecom Italia también se mueven en la misma dirección, mientras que Telefónica aspira a convertir Telxius en otro jugador de primer nivel. Aún hay un enorme mercado en juego en Europa y la competencia para Cellnex crece a velocidad imparable. Se avecinan emociones fuertes en el sector.
A favor de Cellnex juega el rol de líder que a las adquisiciones han adjudicado a Cellnex. Las últimas compras de torres a Hutchison por 10.000 millones de euros le han asegurado una posición de privilegio, hasta el punto de que sólo la estadounidense American Tower es más grande a nivel global. Pero la partida no ha terminado. Cellnex tendrá que pelear más duro y pagar más para pujar por el mercado de más de 300.000 torres que según distintos informes aún se reparten los operadores más pequeños en el continente europeo.
"El problema ahora es de valoración. Cellnex tiene que consolidar sus últimas comprar y demostrar al mercado que son rentables. Los gestores siguen creyendo en la compañía, pero necesitan pruebas de que el grupo puede alcanzar la velocidad de crucero tras un lustro de compras continuas. El mercado da a la empresa toda su confianza, pero cerca de 50 euros creemos que Cellnex está bien valorada ahora", explican en un gran 'broker' español.
De momento, ni siquiera se puede hablar de corrección en bolsa. Sólo se puede afirmar que Cellnex se ha encontrado con la primera piedra en el camino en forma de gran resistencia. De momento, las compras desaforadas y continuas que han jalonado el camino de la compañía desde finales de 2016 hasta el pasado verano se han detenido. ¿Hasta cuándo? Las nuevas adquisiciones y los movimientos de los grandes competidores tienen la palabra.