En el caso español este consenso resulta más difícil de conseguir por el complejo futuro judicial que afronta nada más empezar el año el principal partido de la oposición, el Partido Popular.
La posible aportación del partido liderado por Pablo Casado para conseguir una recuperación económica más rápida está en cuestión. En la oposición es importante tener fuerza tanto para apoyar las políticas del Gobierno como para enfrentarse a ellas cuando se desvían de la que debe ser la senda acertada.
El PP afronta un panorama político y judicial muy complejo con la incertidumbre añadida de no saber cuál será a partir de ahora de su extesorero, Luis Bárcenas. En las próximas semanas el PP tendrá que responder tanto en la Comisión ‘Kitchen’ del Congreso de los Diputados como en la Audiencia Nacional sobre la presunta financiación ilegal del partido.
Todo ello se va a hacer con gran repercusión en los medios pues deben comparecer tanto ante el Congreso, como ante la Audiencia Nacional, quienes han sido hasta la llegada de Pablo Casado, los máximos exdirigentes del Partido Popular, como José María Aznar, Mariano Rajoy, Álvarez Cascos, Javier Arenas, María Dolores de Cospedal o Rodrigo Rato. Y no serán los únicos.
Así el inicio del año político no puede presentarse más complicado para el PP. Van a coincidir parte de los juicios pendientes en la Audiencia Nacional por su presunta financiación irregular con el inicio de los trabajos de la comisión de investigación sobre la presunta utilización ilegal de efectivos, medios y recursos del Ministerio del Interior, durante los mandatos del Gobierno de Mariano Rajoy, con la finalidad de favorecer intereses políticos del PP, así como la de anular pruebas inculpatorias para el partido en casos de corrupción.
El primer problema que tendrá que afrontar el partido liderado en la actualidad por Pablo Casado, será una comisión que incomoda muy seriamente a la actual cúpula directiva conservadora. Los trabajos, en los que han puesto especial empeño en hacer coincidir los partidos del Gobierno y los que facilitaron la investidura de Pedro Sánchez, van a comenzar este mismo mes de enero, coincidiendo con la campaña de las elecciones catalanas. Quieren que tenga que dar explicaciones en la misma el propio Pablo Casado. El interrogatorio con Rufián promete.
Así comenzará su trabajo la comisión, casi tres meses después de que el Congreso aprobara su creación por mayoría absoluta y tratará de poner contra las cuerdas al partido liderado por Casado. Es lógico que el PP, como no puede ser de otra forma, se sienta más que incomodo con esta investigación, a pesar de los intentos para quedar al margen de estos casos de corrupción que el equipo de Casado atribuye a épocas pasadas.
No solo los partidos del Gobierno y los que apoyaron la investidura del presidente quieren sacar tajada de esta situación. Desde la derecha del PP, VOX también ha apoyado la Comisión y ve en este caso la oportunidad para poder dar el ‘sorpasso’ al PP en las elecciones catalanas.
La duración de los trabajos de la comisión está previsto que se prolonguen, como mínimo, durante tres meses. Pero no será la única prueba que tenga que superar Casado y su equipo al que, debido a que formó parte del equipo de Aznar y Rajoy, algunos de los exdirigentes populares consideran un presidente de transición.
Kitchen y Tándem acosan al PP
De forma paralela a los trabajos de la comisión de investigación, se desarrollará la investigación que el juez Manuel García Castellón lleva a cabo en la Audiencia Nacional sobre la operación Kitchen, caso por el que están imputados, hasta el momento, el exministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, y quien fuera su secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez.
Esta pieza separada de la macrocausa judicial Tándem, la pieza siete en concreto, trata de esclarecer la actuación del dispositivo policial presuntamente ideado por el PP, organizado por el Ministerio de Interior, ejecutado por el excomisario José Manuel Villarejo y pagado con fondos reservados para espiar al extesorero del PP Luis Bárcenas y eliminar las pruebas presuntamente incriminatorias sobre el partido.
Esta pieza se abre pocas semanas después de que ingresara en la cárcel de Alcalá la mujer de Bárcenas, Rosalía Iglesias, para cumplir los casi 13 años de cárcel que le impuso el Supremo tras revisar la sentencia del caso Gürtel que dictó la Audiencia Nacional en 2018. Entre los medios de comunicación próximos a Bárcenas y algunos políticos del PP siempre se ha creído que este ingreso podría provocar cambios en las declaraciones futuras del extesorero del PP, inculpando a algunos de los máximos responsables del partido en la búsqueda y gestión de la financiación irregular de la formación política.
Calendario en la Audiencia Nacional
A ello hay que sumar que la sección segunda de lo Penal de la Audiencia Nacional tiene fijada para el 8 de febrero, seis días antes de las elecciones catalanas, el inicio del juicio conocido como caso Bárcenas. Esta causa investiga el presunto pago de las obras de la reforma de la sede nacional del partido en la calle Génova con dinero de la caja B del PP.
El tribunal formado por los magistrados José Antonio Mora Alarcón, Fernando Andreu y María Fernanda García Pérez, ha previsto celebrar unas 40 sesiones que se prologarán hasta finales de mayo.
En el banquillo se sentarán el ex tesorero popular Luis Bárcenas, para quien la Fiscalía Anticorrupción pide cinco años de prisión por el delito de apropiación indebida, falsedad documental y contra la Hacienda Pública. Junto a él, estará el exgerente popular Cristóbal Páez, que se enfrenta a un año y medio de cárcel por los mismos delitos salvo el de apropiación.
En este caso también estará en el banquillo el propio Partido Popular, al que el juez instructor del caso, José de la Mata, considera responsable civil subsidiario de los presuntos delitos que los demás acusados habrían cometido.
Como en la Comisión de Investigación del Congreso, también aquí comparecerán, en este caso como testigos, los expresidentes del Gobierno y del PP, José María Aznar y Mariano Rajoy. Sus declaraciones han sido solicitadas por las acusaciones populares, no por la Fiscalía Anticorrupción, por lo que en este caso podría no tenerse que producir esta comparecencia.
En caso de que el tribunal la mantenga, Aznar, sería la primera vez que compareciese en la Audiencia Nacional para que explique lo que sabía de la eventual contabilidad paralela de su partido.
Aznar ya negó durante su comparecencia en la comisión de investigación del Congreso saber nada. Incluso aseguró que no existe ninguna caja B y negó el cobro o la orden de pagos de sobresueldos ilegales a dirigentes de la organización que presidió entre 1990 y 2004.
En cuanto al expresidente del Gobierno y del Partido Popular, Mariano Rajoy, ya ha declarado como testigo ante la Audiencia Nacional, cuando compareció en julio de 2017 en el juicio sobre los primeros años de actividades de la trama Gürtel, en cuya sentencia el PP fue condenado como partícipe a título lucrativo.
Rajoy, en la inopia
Rajoy afirmó que jamás supo nada de la presunta caja B del PP porque sus responsabilidades en el partido eran políticas, no contables, pero los magistrados cuestionaron la credibilidad de su testimonio. En la sentencia dieron por acreditada la contabilidad paralela de la formación, aunque con posterioridad el Supremo consideró que la Audiencia se había extralimitado al emitir un juicio sobre algo que no se estaba juzgando. Pero esta decisión llegó una vez que ya se había producido la moción de censura contra su Gobierno que llevó a la presidencia del Gobierno a Pedro Sánchez. ¿Qué dirá Bárcenas en este caso? ¿Será creíble lo que diga?
También comparecerán los exsecretarios generales Javier Arenas, Francisco Álvarez Cascos, Ángel Acebes y María Dolores de Cospedal; el exvicepresidente del Gobierno, Rodrigo Rato, los exministros Federico Trillo, Jaume Matas y José María Michavila; y el expresidente del Senado Pío García Escudero, así como otros ex altos cargos del partido. Pero el calvario para Pablo Casado no acabará aquí.
Para más largo plazo está previsto el inicio del juicio de la segunda época del caso Gürtel, en este caso se prevé que sea el mes de septiembre de este año. Se trata de la trama de corrupción vinculada al PP por la que el partido ya ha sido condenado a título lucrativo en la sentencia de la primera época.
Preguntas sin responder
¿Qué labor de oposición puede realizar un partido político en estas condiciones legales y de imagen pública tan comprometidas? ¿Cómo puede ayudar a la construcción de un mundo más sostenible, más justo y competente, una vez controlada la pandemia?
Difícil respuesta la que se le plantea a Pablo Casado. Complejo panorama para superar los efectos en la pérdida del PIB y del empleo en nuestra sociedad. También aquí el Gobierno hará bien en no ir más allá de lo que debe hacer un Ejecutivo en un estado de derecho con separación de poderes. Su papel en los medios públicos de comunicación deberá pasar la prueba de la separación de poderes.