De lo que no hay duda es de que el impuesto sobre transacciones financieras del 0,2% en un golpe en la línea de flotación de las gestoras. "Estábamos pagando comisiones de risa por comprar telefónicas, repsoles o endesas. Ahora el coste se nos va a multiplicar por siete o por ocho. No cabe ninguna duda de que iremos a buscar fuera lo que dentro se nos pone a precio de oro. Si es que vamos a comprar más barato en otras bolsas...", señala un gestor nacional.
Los gestores empiezan a mirar mucho más hacia los mercados internacionales libres de impuestos. Es decir, hacia aquellos en los que no se aplican las distintas modalidades -cambian el importe del impuesto y el tipo de activos a los que se aplica- de la Tasa Tobin. Y se da la circunstancia de que tanto a uno como al otro lado del Atlántico, las bolsas de las dos mayores economías de América del Norte y de la zona euro son 'tax free'.
"Hace tiempo que los inversores españoles nos demandan más acciones de Estados Unidos. Los máximos históricos de los grandes índices americanos son un enorme reclamo, y con la aplicación de la Tasa Tobin en España los gestores estamos obligados a estar más atentos. Podemos comprar allí a precios muy competitivos a través de las grandes plataformas independientes de contratación y no vamos a perder la oportunidad", señalan en una gestora nacional.
Hasta Alemania la evita
Con Alemania pasa lo mismo. "En el DAX se pueden comprar acciones de Vonovia, Henkel o Fresenius a precios más baratos que en el caso de los 'blue chips' españoles. Son empresas gigantescas y muy líquidas. Desde que se aplica el impuesto ya no tiene sentido primar a los valores nacionales. Antes sí, porque los costes de intermediación eran más baratos. Dígamos que ahora hay más posibilidades de practicar la barra libre", asegura un gestor.
El asunto no es baladí para las gestoras. Inverco calcula que el impuesto sobre transacciones financieras que grava la compra de acciones de empresas con más de 1.000 millones de capitalización provocará la pérdida de un 7,4% del patrimonio de los fondos de inversión y un 5,6% de los planes de pensiones en los próximos 25 años. Cifras aterradoras para un sector que, sobre todo en el caso de los fondos de pensiones, vive bajo la sombra de la sospecha.
"Siempre se dice, y con bastante razón por cierto, que la calidad media de la gestión de los fondos de pensiones es manifiestamente mejorable. Eso expresan las cifras de rentabilidad de cierre de cada año. La Tasa Tobin va a ser clavo enorme más en esa cruz que arrastran los gestores de fondos, que van a tener que medir al milímetro los costes para arañar cualquier décima de rentabilidad a los fondos. Y los grandes valores españoles ahora penalizan mucho", señalan fuentes del sector.
El asunto gana especial importancia si se advierte que, desde el gran rally de noviembre en bolsa, la inversión de muchos partícipes de fondos de inversión se está desplazando hacia la renta variable. "Aunque el perfil del inversor en fondos español es muy conservador, cada vez son más los que entienden que la obtención de rentabilidades significativas pasa por asumir más riesgos. Por lo tanto, los gestores están obligados a afinar mucho más en sus apuestas", señalan las mismas fuentes.