Los resultados del tercer trimestre de 2020, con un crecimiento de los beneficios de dos dígitos, avalan la puesta en marcha de su nueva estrategia. Para ello, el grupo de comunicación global ha dividido su facturación en tres grandes áreas de negocio Media (publicidad y medios de comunicación), Contenidos (producción y distribución de cualquier contenido audiovisual) y Servicios TMT (servicios técnicos y tecnológicos).
Su objetivo pasa ahora por impulsar la internacionalización de sus divisiones de Media y Servicios TMT, así como por incrementar el catálogo de nu negocio de Contenidos con la incorporación de novedades y la adquisición de catálogos de terceras compañía nacionales e internacionales.
Así se desprende de su plan de negocios para el próximo trienio aprobado esta misma semana por el Consejo de Administración. En él se recogen unas expectativas de beneficios superiores a los tres millones de euros en este infausto año de la pandemia para ir creciendo de forma sistemática en los próximos ejercicios hasta alcanzar un beneficio neto cercano a los 53 millones de euros y un Ebitda superior a los 58 millones de euros al cierre de 2023.
Estas expectativas permiten empezar a olvidar el campo de minas por el que ha atravesado el grupo en la última década. Hasta hace unos meses, las acciones de la compañía eran las más baratas del mercado español al cruzarse a 0,003 euros por títulos. Ahora, tras el "contrasplit" de mil nuevas acciones por cada una antigua y tras un suave repunte de la cotización, el valor ha pasado a 3,83 euros por acción.
Pese a que sus fundamentales han mejorado de forma sustancial, en el mercado sigue habiendo una cierta desconfianza respecto al valor y eso, señalan los analistas técnicos, seguirá pesando de momento en su cotización. Con todo, si logra confirmar la superación de sus principales resistencia en los 4 euros y en torno a los 4,5 euros, en un futuro no muy lejano se podría dar un importante impulso alcista hasta casi duplicar su precio actual.