El grupo de medios ha sorprendido sobre todo en cuanto a ingresos y al crecimiento del Ebitda gracias al estricto control de gastos acometido tras la aparición de la pandemia.
Este ajuste del cinturón ha permitido aguantar mejor el intenso descenso experimentado por el mercado publicitario de televisión. Según Infoadex, entidad especialista del sector, la caída de la inversión publicitaria ha sido del 50% en el trimestre debido al impacto del coronavirus.
Los expertos de Renta 4, sin embargo, confían en una gradual, aunque lenta, recuperación en el resto del año en función de la aparición e intensidad de los nuevos rebrotes. Siempre y cuando no se agrava la situación actual, la firma de inversión prevé un impacto negativo del 20,5% para Mediaset en todo el año por este concepto.
De momento, el primer semestre se ha saldado con un beneficio neto de 70 millones de euros, un 45% inferior al de junio de 2019, mientras el Ebitda ha caído un 42,4%, ligeramente por debajo de los 100 millones de euros. Unos resultados que pueden calificarse de positivos ante la extraordinaria dificultad económica provocada por el coronavirus.
El grupo, además, ha logrado cerrar el período sin apenas deuda financiera, pese a la adquisición del 4,25% del capital de ProSieben Sat1, frente a los 30,2 millones de euros de deuda al cierre de 2019.
Estos resultados por encima de las expectativas han provocado un fuerte rebote del valor. Sin embargo, las acciones del grupo siguen inmersas en una profunda depresión desde 2017 que le ha llevado a situarse en estos días atrás en su nivel más bajo desde su salida a Bolsa.
En estas condiciones, los expertos técnicos no se muestran demasiado esperanzados en el corto plazo más allá de posibles rebotes puntuales. Tampoco ven muy probable que siga profundizando en sus mínimos por lo que aventuran un largo período lateral. Coinciden así con el consejo de Renta de mantener posiciones.