SEGUROS

Las dos ase­gu­ra­doras es­pañolas co­ti­zadas en­cajan un des­censo si­milar a Axa

Mapfre y Catalana Occidente aguantan mejor el castigo en Bolsa que los bancos

La ale­mana Allianz, sobre todo, y la ita­liana Generali se dejan menos del 20%

Edificio de Mapfre
Edificio de Mapfre

El cas­tigo bur­sátil al sector fi­nan­ciero es tan he­te­ro­géneo como la ac­ti­vidad que desa­rro­llan cada una de las en­ti­da­des. Las dos ase­gu­ra­doras es­pañolas co­ti­za­das, Mapfre y Catalana Occidente, su­fren toda la vo­la­ti­lidad de los mer­cados pero con menor in­ten­sidad de la que so­portan la ma­yoría de los ban­cos. El des­censo de la va­lo­ra­ción de ambas com­pañías es si­mi­lar, in­cluso me­nor, que el de la fran­cesa Axa. Por su parte, Allianz y Generali, otros dos gi­gantes del se­guro eu­ro­peo, tienen una pre­sión me­nor.

Mapfre y Catalana Occidente, al menos por el momento, parecen estar más al margen que los bancos españoles cotizados que sufren un descenso más que significativo de su cotización en Bolsa. Las dos aseguradoras españolas cotizadas aguantan algo mejor el chaparrón bursátil y en línea con algunos otros grandes grupos aseguradores europeos.

Al igual que el conjunto de la banca española, tanto Mapfre como Catalana Occidente han tenido que encajar en sus cuentas del primer semestre el impacto del Covid-19. El grupo presidido por Antonio Huertas ha visto como su beneficio se ha reducido en la primera mitad del año un 27,7% hasta los 271 millones, por distintos factores.

La compañía presidida por José María Serra Farré, por su parte, ha cerrado a junio con un beneficio de 155,6 millones de euros, lo que supone un desplome en la comparativa interanual del 31,3%, sobre todo por el impacto de la pandemia.

El sector asegurador, al igual que la inmensa mayoría de las actividades empresariales, no ha estado al margen del impacto económico derivado de la crisis sanitaria y, en sus posibilidades, también han tomado medidas para paliar la situación en la que hayan incurrido sus clientes.

Sin embargo, las dos aseguradoras españolas cotizadas han recibido un menor castigo bursátil que el sufrido por la mayoría de los bancos. La cotización de Mapfre cede cerca de un 30%, en línea con grandes grupos aseguradores europeos como el francés Axa, mientras que Catalana Occidente, desde el Mercado Continuo, pierde una revalorización en el año en torno al 28%.

Esas pérdidas bursátiles de las dos aseguradoras distan mucho, incluso a menos de la mitad, de las que acumulan desde primeros de año bancos como el Sabadell (66%), BBVA (47%), o algunos de los aliados en bancaseguros de Mapfre: Santander (49%); Bankia (37,7%), o Bankinter (32%).

Menor impacto

Allianz, que mantuvo durante varias décadas una alianza estratégica en el negocio de bancaseguros con el ya desaparecido Banco Popular, es uno de los grupo aseguradoras europeos que menor castigo bursátil ha tenido que encajar desde primeros de año. El gigante alemán pierde en torno a un 14,5% de su valor en Bolsa, prácticamente la mitad del que soportan las acciones de Mapfre.

La italiana Generali se mantiene en un terreno medio, con un descenso anual de su valor en Bolsa inferior al 20%, a pesar de que su país de origen ha sido uno de los más castigados en los últimos meses por la pandemia del coronavirus.

Estas diferencias entre bancos y aseguradoras en su evolución bursátil también evidencia que las dudas de la mayoría de los inversores es muy distinta respecto a estas entidades que se suelen englobar dentro del sector financiero. El diferente negocio y solidez de los balances pueden pesar mucho en esa diferente percepción.

Desde el sector asegurador español, ya se extendió en la anterior crisis de 2007 la teoría de que el seguro no había sido el causante de la misma, a diferencia de unos bancos que sí fueron, entonces, epicentro del desastre causado.

Ahora, el seguro lamenta haber sido el ignorado en la actual crisis por parte de los gobernantes, como pusieron de manifiesto hace unos días tanto el presidente de Mapfre, Antonio Huertas, como la presidenta de la patronal Unespa, Pilar González de Frutos, ante el poco respaldo para potenciar un seguro del crédito que se considera esencial en momentos como el actual.

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