La pandemia ha provocado un vuelo hacia la seguridad de grandes dimensiones. Sólo entre marzo y mayo, las familias españolas han trasvasado a los depósitos y cuentas a la vista más de 30.000 millones de euros. En total suman ya más de 820.000 millones en unos productos maltratados por el actual escenario de tipos de interés y también por las grandes entidades del país. Éstas han reducido a la mínima expresión o en algunos casos totalmente su oferta de depósitos, cuya remuneración es sencillamente testimonial.
Sólo entidades con necesidades más o menos puntuales de liquidez continúan en la batalla en el mercado nacional. EBN ha vuelto a reabrir sus depósitos de alta rentabilidad a todos los clientes para dotarse de los fondos necesarios para financiar nuevos proyectos. Sus campañas son limitadas en el tiempo y se ciñen a la búsqueda de cantidades relativamente pequeñas que cubren rápidamente gracias a una oferta muy atractiva. Ahora da entre el 0,5% y el 1,10% entre los nueve y los 24 meses. Es muy agresivo sobre todo en los plazos más cortos.
Por su parte, Wizink intenta salir de su 'annus horribilis'. La sentencia del Tribunal Supremo que en marzo dictaminó que los tipos de interés superiores al 20% de las tarjetas 'revolving' (la principal fuente de negocio del banco) eran "usurarios", ha obligado al banco a tomar medidas drásticas. No sólo ha rebajado sensiblemente el tipo de sus tarjetas, sino que ha realizado provisiones de algo más de 140 millones de euros para blindarse de posibles litigios judiciales. Comercializar más productos de ahorro es uno de sus objetivos ahora.
Mayor rentabilidad
La entidad ha ampliado a todo el mes de junio las imponentes rentabilidades (en comparación con la ridícula remuneración media de los depósitos en España) de sus depósitos, que superan de largo el 1% entre un año y medio y tres años. Hacía mucho tiempo que dos bancos españoles no sostenían al mismo tiempo propuestas tan agresivas en depósitos. Durante mucho tiempo (años incluso) este era un terreno reservado para los bancos extranjeros pequeños y medianos como BFF, Banco Finantia, Blue Orange o las entidades maltesas.
"En general, cada vez hay menos bancos que apuestan por los depósitos a plazo. Ofrecer un 0,50% a menos de un año o más de 1% a partir de los 18 meses supone un tremendo esfuerzo para las entidades. Consiguen captar mucho dinero, pero el coste es alto. En el caso de los bancos españoles, se trata de campañas que no suelen durar mucho en el tiempo, pero lo que queda claro es que, aunque apenas sean dos, este verano las firmas nacionales van a ser las grandes animadoras. Están pagando tanto como el que más y a muchos plazos distintos", y eso es una gran novedad, señalan fuentes bancarias.
En cualquier caso, la ofensiva del dúo de entidades nacionales se puede calificar de absolutamente excepcional y, según los expertos, no tendrá ningún tipo de 'efecto arrastre' sobre los competidores. Una expectativas que se plasman perfectamente en las últimas cifras mensuales. Según las cifras más actualizadas del Banco de España, al cierre del mes de mayo la rentabilidad media de los depósitos a 12 meses se situaba en un 0,01% insignificante que revalida los mínimos históricos de los meses anteriores, como ocurre en el plazo entre uno y dos años, que sólo da un 0,04%.