Uno de los ejemplos más evidentes es Caixabank. La entidad catalana se encuentra entre las que menos cae en el año respecto a la media del sector y es una de las más recomendadas del sector. De las doce casas de análisis que siguen al valor, según Facset, la mitad aconseja comprar o sobreponderar y cuatro recomiendan mantener.
Y son, precisamente los analistas de los grandes bancos, lo que mejor conocen el sector, los que más optimistas se muestran respecto a su potencial. Morgan Stanley sitúa a Caixabank entre sus preferidos del sector con un precio objetivo de 2,30 euros por acción. Pero esta estimación se queda corta respecto a la valoración de Exane BNP, 2,5 euros por acción, o la de los analistas del Santander o Deutsche Bank que fijan un precio objetivo sobre los 6 euros con un potencial de revalorización superior al 30%.
Aunque Caixabank no tiende a sobresalir en cuanto a las principales ratios de eficiencia del sector, lo cierto es que mantiene un alto nivel medio que la sitúa en una muy buena posición para ser una de los bancos más recomendados en España.
Para cumplir estas expectativas, los analistas técnicos creen que antes debe superar con solvencia la cota de los 2 euros por acción. En las últimas semanas lo ha intentado en varias ocasiones sin éxito, lo cual ha enturbiado el rebote llevado a cabo en mayo y amenaza con una prolongada tendencia lateral. En este sentido, aconsejan perder unos pocos céntimos hasta confirmar la consolidación de estos niveles y luego entrar a saco.