De superar una aceptación del 50% del capital, los accionistas percibirán 32,98 euros por cada título una vez descontados los dividendos abonados desde el precio inicial ofrecido de 34 euros por acción. A partir del lunes, la empresa española tendrá que informar a la CNMV sobre cuántas acciones se han vendido y, de superar ese porcentaje, la operación quedaría completada.
En caso de alcanzar el 90% de aceptación, la firma suiza deberá decidir si ejecuta el derecho de venta forzosa, lo que supondría la exclusión del mercado. SIX Group ha mostrado hasta ahora su intención de mantener la cotización de BME en el mercado siempre que los accionistas con menos del 3% de la compañía no sumen más del 5% del capital social. Condición que haría muy poco líquida la acción.
Aunque a cambio ofrecería otras notables ventajas. Con esta operación, la firma suiza busca crear una plataforma de crecimiento panaeuropea de alta rentabilidad para los accionistas gracias a su elevado potencial de sinergias tanto en eficiencia como en ingresos con un encaje perfecto e inmediato de negocios.
El consejero delegado de SIX, Jos Dijsselhof, ha asegurado que ambas compañías son “una combinación altamente complementaria que creará el tercer grupo más grande de Europa en cuanto a infraestructura de mercados financieros”. El nuevo grupo mejorará de esta manera su capacidad de inversión con una plataforma fuerte para competir e innovar en el sector de las infraestructuras de los mercados financieros globales, reforzando su enfoque de crecimiento. Eso supondría un notable atractivo en caso de mantenerse en bolsa.