El fallo de la jurisdicción teutona pone punto y final a la política de Facebook de recabar información de los perfiles de Whatsapp o Instagram sin un acuerdo previo, lo que permite enviar a los usuarios publicidad personalizada a través de las redes sociales.
Un buffet libre de datos personales
El dictamen respalda así la postura de la Autoridad de Libre Competencia alemana, que hace un año condenó a la empresa de Mark Zuckerberg en similares términos. Los magistrados argumentaron su decisión apuntando que el sistema que emplea la compañía "no da posibilidad de elegir" a los afectados.
En su momento, las conclusiones de la Autoridad de Liber Competencia condenaron sin ambages la arbitrariedad con la que Facebook se aprovecha de su lugar de privilegio en el mercado: "No existe ninguna duda sobre la posición dominante de Facebook en el sector de redes sociales, así como sobre la utilización de esa posición dominante".
En adelante, el coloso de las redes sociales deberá revisar y actualizar de forma inmediata sus cláusulas contractuales. El desenlace de la batalla judicial supone un duro varapalo para los intereses de la compañía estadounidense, que hasta ahora defendía que no había ilegalidad alguna en sus prácticas a la hora de competir con plataformas rivales como Twitter y Snapchat, y que sus políticas de confidencialidad se ajustaban a lo exigido en el Reglamento Europeo de Protección de Datos.
Mucho en juego
Las implicaciones del caso contra el presunto saqueo de información personal por parte de Facebook van mucho más allá de lo meramente comercial. La información personal recabada es empleada a posteriori para elaborar un retrato digital del usuario y bombardearle con publicidad personalizada de aquellos productos que se ajusten a sus intereses y su perfil.
Por otro lado, en los últimos tiempos ha habido una intensa controversia en torno a las noticias que circulan por esta red social, que frecuentemente provienen de sitios web con escaso rigor informativo y propósitos poco claros. Esto le ha costado a Facebook un duro enfrentamiento con el sector de la comunicación, que se ha saldado también con serios varapalos judiciales para el gigante.