Las “puertas giratorias” tan vilipendiadas siempre por Sánchez de no permitir la entrada de ex cargos políticos en empresas del Ibex-35 y de empresas públicas han resultado ser una trampa mortal para el Ejecutivo de preside. Uno de los socios de PSOE y Podemos en la comunidad valenciana ha pedido la creación de una comisión en el Congreso de los Diputados para que se esclarezca todo lo referente a la construcción del Castor, quiénes fueron sus promotores y los ministros que lo ejecutaron.
Del polémico almacén de gas queda por resolver el coste del proyecto, cifrado en 1.350 millones de euros, las empresas afectadas -en este caso la sociedad Escal UGS -participada por ACS-, la propia Enagás y las entidades Banco Santander, Caixabank y Bankia-, que en su momento se hicieron cargo del montante global de las deudas.
El controvertido almacén de gas, clausurado poco tiempo después de que empezasen las primeras inyecciones de gas importado, ha sido sometido a una comisión de investigación por parte del Parlamento de la Generalitat y sigue trayendo cola. Una comisión estuvo también propuesta y aprobada en uno de los plenos del Congreso de los Diputados en el mes de septiembre de 2018, sin que pudiera constituirse por la convocatoria de elecciones el 28 de abril de 2019.
Cuando José Montilla fue ministro de Industria, Turismo y Comercio durante los años 2004-2006, en el primer gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, recomendó la construcción del almacenamiento del Castor frente a la costa de Vinaròs (Castellón). Dicho emplazamiento se eligió, por tanto, durante el Gobierno de Zapatero para hacer frente a la fuerte demanda energética de gas natural y servir de almacenamiento ante posibles problemas de suministro de este tipo de combustible. La ejecución dependió más tarde del Gobierno de Mariano Rajoy por lo que, tanto el PSOE como el PP, son parte afectada en el conflicto.
Fuerte dependencia del exterior
Todo el gas natural que se consume en España debe ser importado de países con gobiernos inestables políticos, como es el caso de Argelia, de ahí que el Gobierno socialista pensase en la necesidad de contar con un almacén subterráneo de estas características. Este enclave comenzó a operar en 2012 pero debió ser paralizado en 2014, debido a una serie de seísmos que se produjeron en la zona.
Las obras del proyecto fueron adjudicadas en 2008 a la empresa Escal UGS, participada por la constructora ACS que preside Florentino Pérez. Su cierre ha costado 1.350 millones de euros, cantidad que todavía está pendiente de resolución.
En la comisión del Parlamento catalán, Montilla declaró abiertamente que el proyecto del Castor era absolutamente necesario por las razones expresadas. “Nuestra dependencia gasística era y es total”, dijo el exministro en la citada comisión. ¿El Castor era necesario? En aquel momento, sí”, dijo. El exministro de Industria recalcó que, si bien recomendó su construcción, posteriormente no tuvo nada que ver ni en la adjudicación de las obras ni en la clausura del emplazamiento.
Todos se lavan las manos
Fue el único ministro de Industria que declaró en la comisión del Parlamento catalán. El exministro del PP, José Manuel Soria, y la actual vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica se negaron a comparecer. Algo que al exministro Montilla no le agradó, pues consideraba que debían haber prestado declaración.
Ahora, el polémico proyecto del Castor vuelve a resurgir de sus cenizas tras los futuros nombramientos de José Montilla, del exministro de Fomento, José Blanco, y del experto Cristóbal José Gallego, como consejeros de Enagás. Compromís ha registrado en el Congreso una solicitud para recuperar la comisión de investigación que no llegó a formarse y “depurar responsabilidades políticas derivadas de las irregularidades del proceso de adjudicación, financiación, construcción e indemnización del almacén de gas Castor”.
El diputado de Compromís, Joan Baldoví, considera totalmente necesario “investigar estas irregularidades” y “depurar responsabilidades”. Baldoví ha declarado que la elección del exministro Montilla para ser consejero de Enagás “no es ni ético, ni estético”, habida cuenta de que fue quien promocionó la construcción del Castor, aunque su desarrollo fuera posterior.