En concreto, Santander Consumer USA destinará unos 550 millones de dólares a más de tres decenas de estados norteamericanos para zanjar las acusaciones por la concesión de créditos de alto riesgo para la compra de vehículos en Estados Unidos a usuarios que no podían pagar.
El acuerdo se desgrana en una compensación de 65 millones de dólares para los consumidores. También contempla unos 433 millones en condonación de créditos, incluidos los clientes cuyos coches fueron embargados pero que siguieron con la deuda con la financiera.
Entre otras cosas, los Estados alegan que Santander no vigiló a los concesionarios que falsificaron las rentas de los prestatarios y otro tipo de información cuando enviaban solicitudes de préstamos.
El distrito de Columbia y 33 estados acusaron en su día a la financiera de extender préstamos que eran demasiado grandes en relación con la renta de los usuarios, de cobrar comisiones excesivas y de no vigilar a los concesionarios en sus prácticas de aprobación de préstamos. El fiscal general de California, Xavier Becerra, señaló que el grupo se benefició al extender créditos de altos intereses a compradores "que estaban condenados desde el principio" al impago.
Para evitarlo, la entidad ha procedido a reforzar su gestión de riesgo en general, mejorando sus políticas y procedimientos para identificar y evitar malas prácticas de concesionarios y ajustar los estándares para asegurar la viabilidad".
La mayoría de la financiación para la compra de automóviles en Estados Unidos se prepara en los concesionarios, y las entidades de crédito que financian esos préstamos supuestamente deben revisar cuidadosamente las solicitudes de los usuarios.
La cotización del Santander, entre tanto, se mantiene muy débil, por debajo de los 2 euros por acción. Algo que no tiene sentido para muchos analistas para una entidad de su solidez y con sus fundamentales, lo que están aprovechando muchos para engordar la cartera.