Unos de los valores del sector que mejor cumpliría estas premisas sería Viscofán, Así lo demuestra el hecho de que el fabricante especializado en envolturas de celulosa para alimentos haya superado las mejores expectativas del mercado en sus cuentas del primer trimestre.
Pese a los efectos de covid-19, la compañía navarra ha logrado obtener un beneficio de 27,4 millones de euros entre enero y marzo, más de un 20% superior al contabilizado un año antes. Una mejora reflejada en todas las líneas de su balance con un crecimiento de los ingresos del 10,4%, hasta los 222 millones de euros, y del 13,3% del Ebitda, que ha alcanzado los 52 millones de euros.
Mientras tanto, además, sigue reduciendo su apalancamiento. La compañía ha rebajado la deuda bancaria neta en un 32% tras situarla por debajo de los 29 millones de euros. Una nimiedad para una sociedad con una capitalización de 2.700 millones de euros.
Todo ello gracias a su capacidad para mantener una intensa actividad comercial y operativa. El grupo ha logrado mantener en producción todas sus plantas gracias a una estricta aplicación de los protocolos contra el virus, para maximizar la seguridad, al tiempo que ha logrado incrementar el abastecimiento de materias primas y reforzar la actividad logística para mantener la cadena de suministros destinada a atender los pedidos de los clientes.
Esta solides se refleja también en Bolsa. Las acciones de Viscofán mantienen una revalorización del orden del 30% en el año, en torno a los 61 euros por acción. Con todo, todavía tienen recorrido hasta los máximos de 62,4 euros alcanzados en septiembre de 2018 en una nueva fase alcista que no es descartar que le permita superar esa cota incluso este mismo año.