Tanto el Banco Central Europeo (BCE) como el Banco de España han insistido durante el último año que era necesaria la mayor "rapidez y profundidad" en el forensic interno del BBVA para esclarecer todos los encargos realizados por el banco, entonces presidido por Francisco González (FG), al comisario ya jubilado José Manuel Villarejo.
Justo un mes del levantamiento del secreto del sumario y las explicaciones de unos y otros, sobre todo por parte de la consultora PwC y las limitaciones que tuvo en su investigación, las lagunas sobre los encargos de espionaje encargados a Villarejo son aún inmensas.
El BCE está poco dispuesto a que la investigación interna, dirigida por los despachos Garrigues y Uría, se quede descafeinada y que los únicos responsables de todo lo ocurrido sean algunos altos directivos del BBVA en su momento, como Julio Corrochano (Seguridad) o Antonio Béjar (Riesgos).
Tras más de dos meses de insistentes peticiones de más información sobre la investigación interna tanto al BBVA como al juez Manuel García-Castellón, el supervisor europeo con sede en Francfort está dispuesto a mover ficha y abrir su propio 'forensic', según fuentes solventes consultadas.
El BCE pretende encargar a alguna gran consultora, aún no definida y de la que podría descartarse PwC tras su papel en la investigación interna, que esclarezca todo lo ocurrido en la relación del BBVA y el comisario jubilado Villarejo, sobre todo durante buena parte de la presidencia de Francisco González. Durante la misma, el supervisor contaría con la presencia de un controlador propio para dirigir la investigación.
El BBVA y su actual presidente, Carlos Torres, han esgrimido durante los meses anteriores que no podía remitir información sobre su investigación interna al BCE porque todo el caso estaba bajo secreto de sumario. Una vez que se ha levantado el mismo, ya no hay excusas para ello.
Mecanismos propios
Insuficiente o no la información que el BCE haya podido recibir, la última declaración del socio responsable de PwC en el 'forensic' interno, Javier López Andreo, ha debido suscitar más que alguna suspicacia en la sede del supervisor comunitario cuando se plantea indagaciones propias sobre el caso FG-Villarejo.
Uno de los más preocupados sobre este turbio asunto ha sido Luis de Guindos, en la actualidad vicepresidente del Banco Central Europeo. El que fuera ministro de Economía, con algunos sonoros encontronazos con FG en su momento, ya dejaba abierta la propia línea de investigación por parte del supervisor europeo tras el levantamiento del secreto de sumario.
"Si fuera necesario, la parte de supervisión bancaria del BCE tiene mecanismos para abordar posibles irregularidades en cuestiones de confianza", afirmaba en una entrevista Luis de Guindos (Expansión, 7 de febrero de 2020).
Junto a las dudas o suspicacias que puedan tener en Francfort, el presidente del BBVA, Carlos Torres, encara en menos de una semana una junta de accionistas en la que algunos fondos o inversores significativos puedan cuestionar tanto el caso FG-Villarejo como la investigación interna sobre todo lo ocurrido, ya bajo su propio mandato.