DESDE EL PARQUET

BME, mercado manipulable

Muchos son los in­ver­sores que se em­piezan a mos­trar preo­cu­pados por el ta­maño cada vez más es­cuá­lido del mer­cado de renta va­riable es­pañol. Recuerdan que cuanto más pe­queño, mayor riesgo de ma­ni­pu­la­ción. El ín­dice General de la Bolsa de Madrid ha co­men­zado el año con apenas 124 em­presas co­ti­za­das, una de las ci­fras más baja de las úl­timas tres dé­ca­das.

La última alta del mercado ha sido Grenergy y en cambio se han producido dos nuevas bajas, la de Natra y Parques Reunidos, por sendas opas de exclusión a lo largo del pasado año. A ello se ha sumado la salida de Bayer que, por una razón estratégica, dejó de cotizar el año pasado en el mercado español.

Estas salidas, la caída en picado de nuevas incorporaciones a la Bolsa y, especialmente, la debilidad que vienen atravesando valores históricos como Telefónica, los grandes bancos y algunos otros grandes grupos se está viendo reflejada en el abrupto descenso en los volúmenes de contratación que viene experimentando BME de forma constante en los últimos meses.

El mes de enero, la Bolsa negoció 36.279 millones de euros en renta variable. Esta cifra supone un descenso del 12,4% respecto al mismo mes del año anterior, que ya venía en franco retroceso, y un 10,8% por debajo del dato de diciembre. El número de negociaciones fue de 3,36 millones, un 5,9% inferior al de enero de 2019, aunque un 20,2% más que en diciembre.

Para los que siguen el mercado todos los días pueden comprobar cómo cerca de un 10% del mercado es incapaz de mover una sola acción de forma habitual en las primeras horas de negociación. Y no unos valores cualquiera. Compañías como Coca Cola Partners, Vocento, NH Hotels o Barón de Ley , con altas capitalizaciones, pasan horas sin cruzar operaciones.

Una delgadez que eleva los riesgos de manipulación. En este sentido, Service Point sirve de botón de muestra. No es raro el día en que a primera hora apenas logra mover una acción por un valor de 0,5 euros. Algo curioso pues los costes en comisiones multiplican ese precio casi por 40. En esta misma semana se ha cruzado una operación de cinco acciones de esta compañía por un valor total de 2 euros, haciendo caer a la acción más de un 4% y provocando la pérdida de importantes soportes técnicos.

Algo que tiene perplejo hasta los expertos. Según fuentes de BME consultadas, la formación de precios al final del día solo se produce a partir de los 500 euros de negociación y desconocen cuál puede ser la motivación. No obstante, con estas operaciones se puede fijar una tendencia a lo largo de la sesión. Ese mismo día, Adolfo Domínguez, otro ejemplo, cruzaba tres acciones por precio total de 19 euros y una caída del 2,7%. Operaciones detrás de la cual podría estar presuntamente determinados fondos bajistas.

En otras ocasiones se ha podido observar también subidas de hasta el 4% con una operación de una única acción. Y no de forma aislada. Empresas del calibre de Metrovacesa, Applus, Corporación Financiera Alba o Tubacex han experimentado en sus carnes altos movimientos tanto con un número ridículo de acciones como de precio final de la misma.

En el caso de las subidas, podría ser el propio cuidador del valor, interesado en generar interés de compra, el encargado de este tipo de operaciones, asumiendo el coste de comisiones que multiplican varias veces el precio abonado.

Pero casi sorprende aún más si cabe esas operaciones de compra venta de una o dos acciones al mismo precio del día anterior. Algo que no tiene ningún sentido, salvo que sean acciones que se hayan quedado descolgadas de otros paquetes más grandes que no se hayan cruzado en su totalidad.

En cualquier caso, en el mercado actual existe un evidente y creciente riesgo de manipulación que no deja de ser todo un misterio oculto bajo la figura del bróker ciego.

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