El escritor británico dibujó una sociedad dictatorial en la que los individuos carecían de libertad y en la que el Gran Hermano controlaba hasta sus últimos movimientos. Donde la capacidad para pensar estaba absolutamente prohibida. Setenta años después del lanzamiento de la primera edición de 1984, los avances de la técnica convierten el libro en un auténtico prodigio visionario.
Clearview ya lo utilizan 600 departamentos de policía en los Estados Unidos, incluido el FBI, y se cuenta que un ciudadano tomó imágenes de una reyerta entre dos hombres en el que uno cayó asesinado. La aplicación permitió localizar al criminal en sólo 20 minutos. Las grandes redes sociales como Facebook, Youtube o la plataforma Google, sin embargo, se han opuesto a la utilización por parte de esta aplicación de sus archivos faciales.
“Nuestro futuro orwelliano ha llegado. Debemos ser rastreados, monitoreados, espiados y no tenemos privacidad en ningún momento. Y ahora, otros extraños tendrán acceso a su información privada si se atreve a mostrar su rostro en público”, advierte Mac Slavo en la publicación SHTFplan.com El prestigioso diario The New York Times ha dado la voz de alarma. Asegura que la aplicación viola los derechos humanos. Utiliza una base de datos de 3.000 millones de imágenes desechadas por redes sociales como Facebook, Venmo, Youtube y otras.
“Luego ofrece coincidencias, junto con enlaces a los sitios donde aparecieron originalmente esas fotos de la base de datos. Puede localizar a una persona y también toda la información que existe de ella en la Red”, asegura Slavo.
La faceta positiva de esta aplicación en la resolución de crímenes contrasta con la violación de derechos humanos que conlleva su utilización. Puede monitorizar enfermos de coronavirus, pero también puede ser empleada en el reconocimiento de personas que acuden a una manifestación y ser empleada con efectos tiránicos con el objetivo de eliminar derechos humanos básicos.
El reglamento de protección de datos de la Unión Europea establece que “quedan prohibidos el tratamiento de datos personales que revelen el origen étnico o racial, las opiniones políticas, las convicciones religiosas o filosóficas, la afiliación sindical, y el tratamiento de datos genéricos, datos biométricos dirigidos a identificar de manera unívoca a una persona”.