Esta cifra supone nada más y nada menos que duplicar el nivel de 500 millones permitido hasta ahora con el fin de evitar el aumento de los costes regulatorios.
El cambio normativo ofrece la opción a un gran número de valores, algunos de ellos históricos venidos a menos, de poder bajar de liga si lo desean para evitar algunas de las obligaciones regulatorias y de transparencia, como las de buen gobierno corporativo, que exige el mercado continuo. Eso ha llevado a algunos operadores a especular con la posibilidad de que empresas como Prisa, Talgo o Realia, pudieran acogerse a esta opción. Algo que en principio parece muy complicado, entre otras cosas por el grave deterioro de imagen.
Pero lo cierto es que no solo se están relajando los requisitos en España. Recientemente, la SEC, el organismo regulador de los mercados de Estados Unidos, ha votado a favor de eliminar ciertas obligaciones de publicación de información de las compañías. Una de las últimas normas en cambiarse bajo el mandato del presidente saliente del organismo, Jay Clayton.
Tras los cambios, las compañías ya no tendrán que ofrecer datos financieros anuales seleccionados de los cinco años previos. Tampoco estarán obligadas a publicar sus compromisos contractuales relacionados con alquileres, compras y otras obligaciones.
La SEC también suprime la obligación de las compañías de elaborar una sección aparte en sus resultados sobre las cuestiones fuera de su balance que han tenido o es probable que tengan un impacto en su posición financiera. Ahora deben comentar estos asuntos en el contexto de la gestión del negocio general, en vez de en un apartado separado.
Con estos cambios, que entrarán en vigor probablemente antes de final de año, el organismo busca aliviar las cargas de cumplimiento de las cotizadas, sin por ello, aseguran, reducir la información necesaria y fundamental para mantener la sólida protección de los inversores a la hora de tomar decisiones.