Por su parte, Javier Hernani, consejero delegado de la sociedad, ha destacado la capacidad de la Bolsa para seguir funcionando con toda normalidad durante la pandemia, lo que ha aportado transparencia, liquidez y seguridad. “En momentos de tanta incertidumbre, tanto los inversores como las empresas han contado con las ventajas que aportan los mercados financieros y la función social de los mercados ha quedado aún más clara en este contexto”, ha subrayado.
En este sentido, los flujos canalizados a la Bolsa se incrementaron un 4% en el ejercicio, “lo que confirma que los mercados han estado y están ahí en los momentos más necesarios”.
En cuanto a la evolución del mercado, las bolsas vivido un año especialmente agitado, con la peor sesión de su historia en marzo, pero también con la mayor subida mensual en noviembre tras conocerse la efectividad de las vacunas.
A falta de un par de semanas para acabar el ejercicio, el Ibex 35 acumula un descenso del orden del 15%. Sin embargo, el número de operaciones ha experimentado un importante incremento del 51%, hasta los 51,2 millones. En este contexto, el sector bancario, tradicionalmente el de mayor peso en el mercado español, ha pasado a ser el tercero por capitalización. Este cambio de preponderancia hacia otros sectores refleja la transformación del modelo productivo, más volcado en energías renovables o con un mayor componente digital.
Uno de los hitos del año ha sido la transformación del MAB en BME Growth tras la obtención del sello europeo como SMN Growth Market, que supone un impulso para su internacionalización. Este mercado ha atraído a nueve nuevas compañías de todo tamaño y perfil. Pero si hubiera alguna a destacar quizás sea la incorporación de Cuatroochenta al ser la primera en dar el salto, el pasado mes de octubre, desde el Entorno Pre Mercado.
BME Growth ha cerrado un total de 59 operaciones de financiación a lo largo de este ejercicio que han permitido atraer nuevos fondos por valor de 383 millones de euros. Por su parte, también han brillado las socimis en un sector cada vez más revitalizado y profesionalizado y con mayor transparencia que este año ha repartido entre sus accionistas más de 635 millones de euros.
Los responsables de BME también han querido subrayar la positiva evolución del MARF, especialmente después de ser elegido para canalizar una línea de avales por parte del ICO para dar respuesta a la crisis del Covid-19. Este mercado de BME despide el año con un saldo vivo de 5.250 millones de euros a través del cual se financian más de 80 compañías.
El crecimiento de la inversión sostenible tanto por parte de los emisores como de los inversores ha sido otro de los hechos destacados del año. En la última década, los bonos verdes, sociales y sostenibles han registrado operaciones de emisores públicos y privados por importe de 40.000 millones de euros en España.
Los mercados de Derivados Financieros van camino de cerrar el año con un incremento del 29% en sus volúmenes de contratación, favorecidos por una mayor presencia de los inversores minoristas.
Las operaciones de clearing en Renta Variable han experimentado un incremento del 48,9% y la posición abierta en repos avanzó hasta superar los 14.000 millones de euros a cierre de noviembre, mientras que los saldos de valores en custodia de Cross-Border Services se multiplicaron por cuatro, hasta los 21.800 millones. Un balance más que notable para uno de los años más complicados en la historia de BME.