Desde ese momento, las empresas se pusieron a generar nuevos canales hacia el exterior y hacia el interior de las organizaciones para hacer frente al importante crecimiento de esta tendencia. Además, cuando se entró en la segunda fase, con los centros abiertos parcialmente, este tipo de compras ayudaban a cumplir las medidas de seguridad. Para esta Navidad, las empresas han reforzado su operativa y oferta comercial desde finales de octubre para favorecer que se desarrolle de forma escalada con las máximas garantías para empleados y clientes,
La situación que vivimos en este momento ha impulsado de una forma masiva el comercio online, que es una de las fases de la digitalización del sector. La estrategia omnicanal, que es un cambio más profundo, implica optimizar todos los procesos de la empresa, la logística, la relación con los proveedores, los canales de comunicación con los clientes, la gestión del stock o los medios de pago.
Inversiones
El sector ya se venía preparando para este cambio, sólo que la pandemia ha hecho desarrollar sistemas en tiempo récord. Según fuentes de la Asociación Nacional Grandes de Empresas de Distribución (Anged), las empresas han invertido 16.000 millones de euros en los últimos diez años para adaptar su modelo de negocio al gran cambio estructural que vive el sector con la irrupción del ecommerce, las plataformas digitales y los nuevos hábitos de consumo.
El impulso de la estrategia omnicanal se ha traducido en un fuerte crecimiento de la facturación del comercio electrónico: el número de compras online se ha triplicado en sólo cinco años.
La pandemia ha acelerado el crecimiento del ecommerce, que ya se observaba en los últimos años. Categorías comerciales, que estaban menos avanzados en las ventas online, como la alimentación, han duplicado su cuota de mercado hasta representar en algunos casos el 3%. En otras, como el textil, su peso ya supone más del 20% de las ventas. Otras fórmulas de compra han ayudado a espaciar las compras y evitar aglomeraciones, como el clic & colect, donde el cliente compra online y recoge sus pedidos en tiendas, en ocasiones desde su propio vehículo.
La digitalización también ayuda al cumplimiento de los protocolos de seguridad. Las empresas han trabajado desde el inicio de la pandemia para crear espacios de compra seguros tanto para los clientes como para empleados. En estos meses han transformado toda su operativa, espacios de venta, organización de personas y cadena logística para asegurar una compra segura.