Sin embargo, el grupo se ha permitido el lujo de rechazar tanto la oferta de compra realizada por el holding DSA Group con base en Arabia Saudí, como la mano tendida del empresario Blas Herrero, dueño del grupo Kiss, en un intento de reflotar la histórica empresa industrial asturiana.
Los expertos del sector destacan que la opción DSA era la más interesante por las intenciones de la sociedad árabe de impulsar su división industrial internacional, uniéndola a Vauste, una fábrica adquirida por el grupo en 2011 en Gijón dedicada a la producción de componentes para las industrias de la automoción, ferroviaria, aeroespacial y defensa.
Por su parte, Blas Herrero se ha mostrado sorprendido por las duras condiciones impuestas por Duro Felguera a Alantra, contratada para buscar un socio industrial, para reunirse con él. Eso le ha dado a entender que el grupo industrial no tiene intención alguna de negociar su posible entrada.
Ante estos rechazos, sindicatos y accionistas creen que el consejero delegado, José María Orihuela, se está jugando un farol que puede salirle muy caro a la compañía. Máxime cuando todavía no tiene el visto bueno del Gobierno a estas ayudas destinadas para salvar a las empresas estratégicas españolas.
El objetivo de Orihuela, según las malas lenguas, sería aferrarse al cargo a toda costa a la espera de las ayudas públicas a sabiendas que cualquiera de las otras opciones supondría su casi segura salida del grupo. Todo ello en un momento muy delicado por la falta de nuevos contratos que han hundido sus ingresos y que han disparado las pérdidas en el segundo trimestre por encima de los 114 millones de euros.
Una partida que el grupo está perdiendo también en los mercados financieros. Su cotización, pese a remontar el vuelo desde los mínimos absolutos en 0,16 euros por acción a mediados de marzo, aún sigue evidenciando los problemas del grupo con un fuerte estancamiento tanto en el proceso de recuperación como en los volúmenes de negocio. Situación que invita a pensar a los expertos técnicos en una probable nueva ruptura a la baja.