Estas positivas expectativas se ven acentuadas por las medidas adoptadas para hacer frente al impacto económico y financiero de la pandemia con un drástico ajuste de costes y una clara apuesta por la tecnologización. Al respecto, la sociedad ha invertido del orden de 0,7 millones de euros desde el inicio del proyecto en 2019 en la digitalización de su modelo de negocio.
Con ello busca recuperar la racha de crecimiento del Ebitda interrumpida por la covid y volver a mejorar sus resultados que, a pesar de todo, no fueron malos al cierre del segundo trimestre. El beneficio de Naturhouse se redujo hasta los 3,63 millones de euros. Menos de la mitad del contabilizado un año antes, pero al fin y al cabo ha logrado seguir generando beneficio y caja neta lo cual permite ser optimistas para la recta final del ejercicio.
Estas cifras ponen a la compañía especializada en dietética y nutrición en disposición de mantener su política de pago a sus accionistas, con uno de los dividendos más atractivos del mercado español. Política suspendida de momento por la normativa establecida por el Gobierno español a las empresas beneficiadas por las exenciones de los ERTE que prohíbe el pago de dividendo.
A la espera de que sus cuentas vayan confirmando esta recuperación, Naturhouse se ha subido al carro del rebote del mercado en este mes de noviembre ante las noticias sobre las vacunas. Sus acciones han subido cerca de un 40% en las cuatro últimas semanas para reducir su balance negativo anual por debajo del 20%.
En cualquier caso, los analistas destacan sobre todo la reciente recuperación del nivel de 1,6 euros por acción. Si logra consolidar esta cota en los próximos días, los expertos apuntan a un nuevo impulso hasta los 1,8 euros por acción. Eso supondría un alza adicional del 12% y salvar prácticamente en tablas un año para olvidar.