Dentro de esta estrategia, se engloba el reciente acuerdo firmado entre Iberdrola y la empresa noruega NEL ASA, especializada en la producción de hidrógeno verde –la opción más ecológica de este combustible y la menos común en el mercado–, para fabricar electrolizadores de gran tamaño en España. Un electrolizador es un dispositivo utilizado para separar las moléculas de oxígeno e hidrógeno contenidas en el agua.
El hidrógeno verde es la eterna promesa de los combustibles alternativos a aquellos fósiles y emisores de gases de efecto invernadero. Pero a pesar de su enorme potencial, se trata de un combustible difícil de obtener, pues no se encuentra de forma aislada en la naturaleza. Esta circunstancia dificulta su capacidad de producción y eleva su coste.
Inconvenientes que se podrían reducir con este este proyecto, para cuya materialización Iberdrola ha creado una empresa con la compañía vasca Ingeteam con el objetivo de convertirse "en el primer fabricante de electrolizadores a gran escala" de España. La nueva sociedad, denominada Iberlyzer, comenzará a operar en 2021 y busca suministrar más de 200 megavatios de electrolizadores en 2023.
Esta cifra, asegura el grupo energético español, representa más de la mitad de los objetivos de capacidad instalada de estas máquinas en nuestro país para esa fecha y estará destinada a suministrar hidrógeno verde a la planta de Palos de la Frontera de Iberdrola y Fertiberia. La inversión en Iberlyzer será de cerca de 100 millones de euros y dará empleo directo a 150 personas.
Noticias como estas justifican la fuerte subida de más de 30% de Iberdrola en el año, incluso a pesar de la caída de la demanda de electricidad provocada por la crisis. Las acciones de la compañía se mueven en zona de máximos absolutos sobre los 11,4 euros por acción y todo apunta a que todavía le queda recorrido alcista, al menos hasta los 12 euros por título, en el corto plazo.
No hay que olvidar que muchas empresas como Talgo ya están apostando por este combustible para el futuro. El fabricante de trenes espera tener una unidad, Vittal One, alimentada por este combustible para 2023. Una energía renovable por la que la Unión Europea viene apostando fuertemente en las dos últimas décadas que por fin parece ir ganando terreno por su eficiencia.