Incluso después del fortísimo rebote de estas dos últimas semanas, Merlin Properties y Colonial acumulan este año fuertes caídas de casi el 40% y el 25% respectivamente. Y, en el mercado continuo, el especialista en centros comerciales Lar pierde más de 35%. Un ajuste a la baja de gran envergadura que ha llegado a ser sensiblemente superior en los peores momentos del ejercicio en bolsa y que ha pasado una dura factura a las valoraciones.
Pero no todas las empresas del sector sufren por igual en Bolsa. Hay una legión de socimis que cotizan en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB) en las que parece haberse parado el tiempo. A efectos de capitalización bursátil, el Covid-19 no ha existido. Una situación que genera valoraciones rocambolescas por la extraordinaria iliquidez de un mercado que no refleja en absoluto la realidad del negocio inmobiliario de las socimi.
En estos momentos, General de Galerías Comerciales vale en bolsa 3.640 millones de euros. Es decir, prácticamente lo mismo que Merlin y sólo 600 millones menos que Inmobiliaria Colonial, a las que superaba antes del gran rebote provocado en bolsa por los avances en las vacunas contra el Covid. Pero también se da el caso de que la compañía controlada por Tomás Olivo -el hombre que se ha hecho fuerte en el capital de Unicaja- vale más que una decena de empresas del Ibex 35.
¿Es creíble esta valoración? La realidad es que General de Galerías Comerciales sólo vale 140 millones menos que cuando acabó 2019 y capitaliza casi 1.000 millones más que al cierre de 2018. Efectivamente, la crisis no ha pasado por un grupo que en el último mes sólo ha cotizado en dos ocasiones, que no se ha movido ni un ápice de los 140 euros por acción y que sólo ha intercambiado la ni siquiera testimonial cifra de 20 acciones.
Por ejemplo, la situación se repite de forma machacona en otras dos compañías de elevada capitalización como GMP o Zambal, que valen más de 1.000 y cerca de 800 millones de euros en bolsa, respectivamente. La primera, el imperio propiedad de la familia Montoro Alemán y del fondo soberano de Singapur, no ha cotizado ni una sola vez en cuatro semanas y vale 40 millones de euros más en lo que va de año
La segunda ha cotizado tres veces en el último mes y su valor en el parqué ha crecido en más de 30 millones de euros en el transcurso de 2020. Una situación que se repite en una gran cantidad de socimis de menor tamaño, cuya vida bursátil es inexistente desde el mismo momento en el que empezaron a cotizar y que se han multiplicado en bolsa en los últimos años. Cuentan con un gran accionista de control y su 'free float' es insignificante.
"Son niveles de iliquidez alucinantes. Si no se mueven ahora, aunque sea un poco, ¿cuándo lo van a hacer? Con la que está cayendo, lo normal sería reflejar una caída, por pequeña que fuera. El problema es que estas empresas están en bolsa sólo para aprovechar las ventajas fiscales que disfrutan las socimi, no por auténtica vocación. Lo que está pasando es una auténtica anomalía que no tiene sentido", aseguran fuentes bursátiles.