La compañía abonará 10.000 millones de euros desglosados en un principio en 8.600 millones en efectivo, financiado con caja y líneas de crédito disponibles, y el resto con una ampliación de capital de aproximadamente el 5% pendiente de aprobar por la junta general de accionistas.
Se trata de una de las mayores operaciones en la historia de Cellnex con la que reforzará su presencia en Italia, Reino Unido e Irlanda, a las que sumará Austria, Suecia y Dinamarca como nuevos mercados. Todo ello cumpliendo sus estrictos criterios de inversión y dando entrada a Hutchison en el accionariado, sin representante en el consejo, una vez completada la operación.
De este modo, Cellnex conseguirá cerrar el pipeline de 11.000 millones de euros antes de lo previsto, dejando además la puerta abierta a nuevas operaciones en el corto plazo. Como consecuencia se está produciendo una mejora en cadena de su precio objetivo por parte de los analistas.
Renta 4 ha elevado su valoración de 66,14 a 78,5 euros con recomendación de sobreponderar. La firma considera que esta nueva adquisición supondrá un importante salto en la generación de valor de la compañía, principalmente en el largo plazo, donde no se descartan sinergias adicionales, así como nuevas oportunidades.
Barclays, por su parte, ha reiterado su recomendación de sobreponderar y ha mejorado su precio objetivo de 55 a 70 euros por acción tras definir a Cellnex como una compañía atractiva y transformacional. La firma cree que el acuerdo con Hutchinson llevará a futuras transacciones, especialmente en algunos de los nuevos mercados de Cellnex. La atractiva valoración de la compañía de telecomunicaciones podría incluso mejorar hasta los 80 euros si la tecnología 5G se confirma como el viento de cola que parece ser.
Sin embargo, también hay algunas sombras de dudas. La agencia de calificación Fitch estima que el alto importe a pagar reducirá considerablemente el margen de apalancamiento de Cellnex. Todo dependerá, señalan en la firma, de la rapidez con la que el grupo español logre completar la operación.
Si el proceso se alarga por las aprobaciones de los reguladores, se retrasaría el impacto positivo sobre el Ebitda de las torres adquiridas, lo que afectaría a su perfil de apalancamiento.
Panorama que estaría pesando sobre su cotización. Las acciones de Cellnex han caído más de un 5% en los días posteriores a este anuncio para encontrar acomodo sobre los 51 euros por acción de forma preventiva a la espera de confirmar las buenas expectativas que justifiquen el potencial alcista del orden del 40% que le confieren los analistas.