Unos 32.000 mi­llones co­rres­ponden a la Sareb y 21.000 mi­llones al banco na­cio­na­li­zado

Paula Conthe presidirá un FROB con 53.000 millones de agujero por participadas

El re­levo de Jaime Ponce se pro­duce tras el visto bueno de la fu­sión Bankia-CaixaBank

Paula Conthe, Frob.
Paula Conthe, FROB.

Paula Conthe asume un papel muy com­plejo con su de­sig­na­ción para pre­sidir el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). Además de de­fender los in­tereses del Estado en la re­cu­pe­ra­ción del má­ximo po­sible de las ayudas me­diante su par­ti­ci­pa­ción en Bankia, tam­bién tendrá que vi­gilar cómo se eje­cuta su fu­sión con CaixaBank. La he­rencia que re­cibe está en unos nú­meros rojos su­pe­riores a los 53.000 mi­llones por sus par­ti­ci­pa­ciones en el banco na­cio­na­li­zado y en la Sareb.

La hasta ahora directora de resolución, e hija del expresidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) Manuel Conthe, ha sido la elegida por la vicepresidenta económica Nadia Calviño para el relevo de Jaime Ponce en la presidencia del FROB, que se prorrogó en julio al cumplir su mandato.

El relevo se produce una vez encauzado el futuro de Bankia con su fusión con CaixaBank y tras la absolución de los responsables de la salida a Bolsa del banco entonces presidido por Rodrigo Rato. Este asunto pesó, precisamente, en la salida del primer director general del FROB, Antonio Carrascosa.

Paula Conthe asumirá la presidencia de un FROB con algunas asignaturas pendientes, como será la de velar por que la integración de Bankia en CaixaBank se haga de manera modélica y sin un ajuste de plantilla traumático. Para ello, contará en el consejo de la entidad resultante con Teresa Santero, la representante designada por el Estado por su participación diluida en torno al 16%.

Del éxito de dicha fusión, prevista para el primer trimestre de 2021 y tras el visto bueno de sus respectivas juntas convocadas para primeros de diciembre, dependerá en buena parte otro de los objetivos en los que se deberá centrar Conthe durante su presidencia en el FROB.

El objetivo previsto tanto por Nadia Calviño como por los principales gestores de Bankia es que el Estado pueda recuperar, en la medida de lo posible, una parte de las ayudas inyectadas en el banco que preside José Ignacio Goirigolzarri. Hasta el momento, tan sólo se habrían recuperado 3.032 millones de euros.

De ese montante, 1.180 millones se han obtenido del dividendo entre 2015 y 2016, aunque hayan ido a parar a Banco Financiero y de Ahorros (BFA), controlado accionarialmente al 100% por el propio FROB.

Además, el Estado obtuvo en febrero de 2014 algo más de 1.300 millones con la venta de un 7,5% de Bankia y ya en diciembre de 2017 ingresó 818 millones de euros con la venta de otro 7%. Posteriormente, y dadas las circunstancias del mercado, no se acometieron más ventas parciales como se habían previsto. Es decir, quedarían por recuperar algo más de 21.000 millones, tanto de las ayudas de Bankia como de BMN.

El banco malo

Tras la integración de Bankia y BMN, la segunda participada que queda en manos del FROB es la Sareb, el conocido como el banco malo, en el que tiene una participación del 45,9% del capital y de deuda subordinada senior, que se ha reducido en un 31% hasta el primer semestre de 2020 según sus datos oficiales.

La Sociedad presidida por Jaime Echegoyen tiene una vida limitada hasta 2027. Desde su creación en 2012, su cartera se ha reducido desde los 50.781 millones de euros hasta los 32.246 millones al cierre del pasado mes de junio.

Los préstamos a promotor se han reducido de manera significativa en los últimos años, al pasar de 39.438 millones en sus inicios hasta los 18.158 millones de euros en el primer semestre de este ejercicio. En contraposición, los inmuebles adjudicados han tenido una evolución más errante y han repuntado hasta los 14.088 millones de euros desde los 11.343 millones iniciales.

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