Para ello, el fabricante europeo de aviones ha iniciado ya conversaciones con los representantes sindicales en España con el fin de analizar las "medidas voluntarias" que podrían afectar a 1.611 puestos de trabajo.
Aunque no descarta la posibilidad de acometer despidos, la intención de las conversaciones iniciadas la semana pasada es la de abordar las condiciones de bajas incentivadas y prejubilaciones que se van a proponer a aquellos que estén dispuestos a dejar la empresa. La reestructuración no solo afectará al negocio de aviones comerciales y al de defensa y espacio, sino también al de helicópteros.
No se ha fijado un plazo para esa concertación, pero Airbus mantiene por ahora su objetivo de suprimir 899 empleos en su división de aviones comerciales -en la que hay unas 3.500 personas- y 722 en la de defensa y espacio -donde cuenta con más de 8.000 trabajadores-. La plantilla total de Airbus en España se eleva a unos 12.300 empleados.
Una drástica medida adoptada tras comprobar que el ERTE que ha estado en vigor durante más de cuatro meses en Airbus comercial ha resultado ser insuficiente para mitigar las consecuencias de la crisis, en un contexto de hundimiento del tráfico aéreo que se refleja en el aplazamiento de entregas de aparatos nuevos solicitados por las aerolíneas.
La cifra de empleados a la que van dirigidas estas medidas voluntarias podría disminuir en función de las conversaciones que mantiene Airbus con el Ejecutivo español para un posible contrato de nuevos aviones militares. Un contrato que estaría ligado a los fondos europeos comprometidos con el lanzamiento de un plan tecnológico para el sector. De confirmarse, supondría una mayor carga de trabajo para las plantas del grupo en España y un menor ajuste de plantilla.
De momento, las acciones de Airbus han rebotado más de un 7% en lo que llevamos de octubre, reduciendo su caída anual por debajo del 50%. En función de su capacidad para alcanzar estos hitos, ya sea la reducción de empleados sin grandes conflictos laborales o un nuevo contrato, los analistas creen que puede ser un buen momento para volver a tomar posiciones en Airbus.
El parón actual de la industria aeronáutica, argumentan, se recuperará con rapidez una vez se supere la pandemia, con lo que su cotización deberá regresar a niveles previos a la crisis a medio y largo plazo. Un potencial de revalorización de más del 100% con vistas a entre dos y cinco años, junto a una rentabilidad por dividendo del 2,5%, hacen muy interesante al valor, incluso aceptando posibles riesgos de nuevas recaídas de por medio.