La fusión entre CaixaBank y Bankia, y en menor medida la aún en ciernes de Unicaja con Liberbank, han concitado buena parte de la atención durante la comparecencia del gobernador del Banco de España en la comisión de Economía del Congreso de los Diputados y de ello era consciente el propio Pablo Hernández de Cos.
"Los procesos de consolidación en el sector, para los que todavía existe margen, pueden favorecer el fortalecimiento de las entidades y del sistema en su conjunto. Debo recordarles que, como he manifestado en varias ocasiones, las operaciones corporativas son responsabilidad de los equipos gestores y los accionistas", ha indicado el gobernador.
El papel del Banco de España y del Banco Central Europeo (BCE) es el de analizar la viabilidad "de los proyectos que nos presenten y, llegado el momento, vigilar su adecuada ejecución", ha puntualizado durante su comparecencia.
Hernández de Cos ha esgrimido la baja rentabilidad de la banca, casi nula por el impacto de la pandemia, y cómo sus niveles de solvencia se verán impactados tanto en el escenario base del BCE (en dos puntos porcentuales) como en el más adverso (seis puntos porcentuales).
"No podemos permitirnos entidades con un exceso de capacidad. Suponen un peligro", ha advertido al tiempo que ha enfatizado que la actual crisis económica, derivada de la sanitaria, no debe alcanzar a la estabilidad del sistema financiero, ya que agravaría aún mucho más la situación.
"Analizaremos cada fusión una a una. Tiene que haber un proyecto que mejore la entidad resultante", ha respondido a las cuestiones que le han planteado distintos diputados, tanto desde la izquierda (Unidas Podemos o los republicanos catalanes) hasta las más de derechas (Vox). El portavoz de esta última formación, Rubén Manso, ha cuestionado la bondad de las fusiones y ha mostrado su temor ante "un exceso en el proceso de concentración bancaria".
El gobernador ha compartido las preocupaciones de los diputados sobre el peligro de una situación oligopolística en la banca, sobre cómo afectaría en la exclusión financiera o en las condiciones de las entidades a los clientes. Sin embargo, considera que a los bancos tradicionales ya les han surgido nuevos competidores, como los denominados BigTech.
Prudencia en el dividendo
El gobernador del Banco de España se ha mostrado, al mismo tiempo, muy firme ante la petición de la mayoría de los banqueros de que puedan repartir dividendos en 2021 tras la recomendación o imposición por parte de los reguladores para que no repartieran dividendos ni retribución variable a los empleados ante la actual crisis.
"Estas medidas se revisarán antes de finalizar el año, pero, en cualquier caso, la política de distribución de dividendos y de remuneraciones de las entidades deberá seguir siendo muy prudente hasta que no se disipe la incertidumbre actual y se consolide una recuperación económica sólida".
El objetivo de dicha limitación a los bancos es que destinen los recursos que generen hacia el refuerzo de sus posiciones de capital y que, de esa manera, puedan canalizar el flujo de la financiación bancaria tanto a empresas como familias.
En este sentido, Pablo Hernández de Cos se ha mostrado partidario de ampliar las líneas ICO ya concedidas tanto en el tiempo como en cuantía, pero hacia aquellas empresas que sean viables. El gobernador ha vuelto a reconocer el problema de morosidad que vendrá cuando terminen estos avales o las moratorias concedidas tanto a empresas como a particulares.