Ha puesto a trabajar a sus patronales para denunciar la drástica medida del Ejecutivo, pero en medio del ruido se está aplicando para sacar todo el partido posible a la última oportunidad que más de 7 millones de ahorradores en planes de pensiones tienen para sacar partido fiscal a sus aportaciones. Como se preveía, la campaña de fin de año está siendo muy agresiva.
Las entidades están ofreciendo bonificaciones por traspasos que, como en el caso de Unicaja y por diferentes conceptos, pueden llegar al 6%. Otras muchas se han posicionado en niveles muy potentes también del 5%, como Bankia, Santander y Sabadell. La batalla es sin cuartel, porque de lo que se trata es de retener a los mejores clientes en un momento de enorme incertidumbre económica, con las expectativas de ahorro de muchas familias bajo mínimos por el Covid-19.
Las gestoras han puesto a máximo rendimiento la maquinaria comercial con dos grandes mensajes. El primero es que las fuertes caídas de los mercados en 2020 abren una oportunidad de oro para invertir ahora con valoraciones muy sugerentes. Las entidades quieren transmitir que los planes de pensiones son un mecanismo de ahorro a largo plazo, y que será muy difícil en mucho tiempo encontrar una oportunidad como esta para tomar posiciones.
Nuevas reglas modificables
La segunda, transmitida más 'sotto voce', es que las nuevas reglas del juego impuestas por el Gobierno pueden ser modificadas en el futuro. "Hay pocas alternativas a los planes de pensiones en este escenario de tipos cero en Europa, y la inestabilidad política en España no garantiza la continuidad del actual Ejecutivo a largo plazo. Puede haber cambios no tan lejanos en el tiempo que modifiquen los actuales de Sánchez", señalan en fuentes del sector.
Por lo tanto, las gestoras quieren que sus clientes vean la opción de aportar lo máximo posible hasta el 31 de diciembre como una oportunidad. Aunque es indiscutible que la gran y casi única ventaja de los planes de pensiones frente a otros productos es la fiscal (las rentabilidades dejan mucho que desear desde hace mucho tiempo), el sector se esfuerza por transmitir tranquilidad a los clientes. Especialmente a los de mayor poder adquisitivo.
No hay que olvidar que, según los últimos datos oficiales, dos millones de partícipes en planes de pensiones aportan menos de 1.800 euros al año (no les afectaría por lo tanto la medida del Gobierno) y que nada menos que cinco millones no hacen contribución alguna. Por lo tanto, son el segmento reducido de las familias más solventes las que se enfrentan a un hachazo fiscal muy potente que preocupa de verdad a las gestoras..
"Hay tiempo para buscar soluciones alternativas para estos casos. Hay que tener en cuenta que el plan de pensiones es un producto ilíquido ahora mismo, sin ventanas de liquidez hasta 2025. Es indiscutible que el plan de pensiones es ahora menos atractivo fiscalmente, y eso supone que tendremos que ser mucho más competentes en la gestión y más competitivos en comisiones. No queda otra solución", señalan en fuentes del sector.