Un avance paupérrimo que pone en evidencia las incertidumbres que siguen azotando a los mercados financieros internacionales por el descontrol de la pandemia y el constante anuncio de tiempos difíciles a la espera de la ansiada vacuna.
Todo ello en una temporada de resultados que va avanzando con algunas sorpresas positivas, especialmente en el sector energético, pero también en el financiero, lo cual puede ayudar al menos a ver el vaso medio lleno.
A eso estaría contribuyendo contribuyendo el mejor aspecto de la economía norteamericana con sus principales indicadores superando las expectativas. Entre ellos, ha destacado la positiva evolución del sector inmobiliario, la caída de las peticiones semanales por desempleo y la aceleración de la actividad empresarial. Esta última ha crecido a su mayor ritmo en 20 meses, elevando la confianza en los mercados a la espera de las elecciones presidenciales a principios de noviembre y de las negociaciones en Washington sobre un nuevo paquete de estímulos que apuntale la recuperación.
En España, sin embargo, la situación sigue siendo especialmente preocupante. Según una encuesta realizada por la consultora Deloitte, el 84% de los directores financieros tiene una percepción de la situación económica mala o muy mala, la peor valoración desde 2012. El 63% de los directores financieros cree que la economía española entrará en estancamiento o recesión en los próximos 12 meses, y cuatro de cada cinco considera que no es momento para asumir un mayor nivel de riesgo en sus balances.
La encuesta, centrada en el impacto del Covid-19 y en las perspectivas económicas a corto y medio plazo, ha puesto de manifiesto el mayor pesimismo de los directores financieros españoles frente a sus homólogos europeos, la mitad de los cuales se muestra optimista sobre las perspectivas financieras de sus empresas.
Teniendo en cuenta que la marcha de las bolsas depende en gran medida de la confianza parece improbable que el Ibex 35 pueda abordar grandes retos en los próximos meses. Se podría dar con un canto en los dientes, señalan los analistas, si al menos se lograra salvar el año por encima de los 7.000 puntos. Con todo, eso supondría un balance negativo en el año de más de un 25%.
Calendario semanal de Bolsa
Los datos de confianza consumidora, empleo y consumo que se publicarán a una y otra orilla del Atlántico centrarán, junto a la reunión del Banco Central Europeo, buena parte de la atención de los inversores en los próximos días.
Hoy lunes se esperan los precios de producción en España, el índice de clima empresarial del instituto económico alemán IFO y las ventas de viviendas nuevas en Estados Unidos.
En la sesión del martes, a primera hora se darán a conocer la producción industrial en China, las ventas al por menor en Alemania y la tasa de paro en España. Ya más avanzada la mañana, los inversores deberán estar pendientes del agregado monetario M3 de la Zona Euro que habitualmente permite al BCE medir las presiones inflacionistas, pero que ahora pierde fuerza con la necesidad de mantener una política monetaria laxa. Desde EEUU llegarán, además, los pedidos de bienes duraderos, los precios inmobiliarios y la confianza consumidora que en octubre podría mantenerse en torno a los 101,8 puntos registrados el mes anterior.
El miércoles apenas destacan los datos de ventas minoristas y la balanza comercial en España y el índice hipotecario MBA en EEUU.
Más cargada de citas importantes vendrá la agenda financiera internacional del jueves. Este día, los inversores deberán estar atentos al IPC armonizado de España, la tasa de paro y el IPC de Alemania, así como a los datos de sentimiento económico y confianza consumidora de la Zona Euro. En EEUU, se publicarán la revisión del PIB del tercer trimestre, el deflactor de precios, las casas pendientes de venta y las habituales peticiones semanales de subsidio de desempleo.
La semana y el mes de octubre se cerrará el viernes con una importante batería de indicadores entre los que destacan, el paro y la producción industrial de Japón, en España, Alemania y la Zona Euros se publicará la revisión del PIB del tercer trimestre. Desde Bruselas llegarán, además, los datos de paro e inflación. En EEUU se esperan los ingresos y gastos personales, el Chicago PMI y la confianza consumidora de la Universidad de Michigan.