Los inversores no reaccionan ante unos precios raquíticos, al menos a gran escala. Santander en los 1,50 euros o Bankinter por debajo de los 3,50 no son reclamo suficiente para que los inversores compren acciones con determinación con visión de largo plazo. Un banco cotizado es hoy un activo bajo máxima sospecha. Los inversores creen que siempre los podrán comprar más baratos porque ahora no tienen razones objetivas para subir.
Pero lo más preocupante es que los inversores bajistas siguen campando a sus anchas por el sector. Tras realizar beneficios suavemente tras el final del verano y el comienzo del tercer trimestre, vuelven al ataque con una dureza inusitada. Esta misma semana, uno de los fondos que hizo fortuna con el hundimiento de Banco Popular se ha reforzado en Bankinter, donde ya se juega a la baja más del 0,6% del capital. Se trata de Samlyn Capital.
A Bankinter también le ha salido un nuevo compañero de viaje. Es ExodusPoint Capital, que ha aflorado medio punto porcentual del capital. Un fondo de nueva generación que se une a un clásico como AQR para subir la presión sobre el banco español hasta niveles muy elevados. Pero no son lo únicos que mueven piezas en el tablero bajista de la banca española. Los movimientos son generalizados en casi todas las entidades.
Alarma por las previsiones del FMI
"Vamos a ver presión. Los gestores de los 'hedge fund' norteamericanos han visto las previsiones muy negativas del Fondo Monetario Internacional (FMI) para España y huelen la sangre. No es baladí que estén atacando a las entidades cuyo negocio depende más de la economía nacional. Creo que la presión va a continuar al menos hasta el comienzo de la presentación de la temporada de resultados", señalan en una gran gestora internacional.
El gran problema de la banca doméstica es que se le acumulan los problemas. Que el FMI haya señalado a la española como la economía desarrollada que más caerá en 2020 -un 12,8%- genera titulares demasiado llamativos como para no atraer a los 'hedge fund', que además llevan todo el año ganando dinero en el sector. Pocas veces se han encontrado con un escenario más sencillo para convertir en oro sus apuestas bajistas.
"Lo normal sería que viéramos un rebote técnico suave en el tramo final de octubre. Pero sería un simple movimiento de ajuste dentro de la actual tendencia bajista del sector. Los inversores detectan oportunidades, pero se han dado cuenta de que cada vez pueden comprar a precios más asequibles. Ya no les puede la ansiedad de creer que se están perdiendo un rally", señalan fuentes bursátiles que auguran al sector un fin de año lleno de curvas en bolsa.