Los dos sec­tores re­cogen de forma muy dis­tinta la in­cer­ti­dumbre sobre su fis­ca­lidad

La resistencia de las socimi pone en evidencia a la banca en bolsa

La de­bi­lidad del sector fi­nan­ciero se acentúa a la es­pera de los re­sul­tados de 2019

Socimis en Bolsa.
Socimi en Bolsa.

Las com­pa­ra­ciones siempre son odio­sas... o eso deben pensar en las en­ti­dades fi­nan­cieras es­pañolas a la vista de cómo han em­pe­zado el año 2020 en bolsa en con­traste con otros sec­tores ame­na­zados por el nuevo Gobierno. Mientras que las ma­yores so­cimi hacen mucho más que re­sistir en un mes de enero triste en lí­neas ge­ne­rales para el mer­cado de va­lores na­cio­nal, la banca sigue en su par­ti­cular valle de lá­gri­mas. que ame­naza con cro­ni­fi­carse.

Cubiertos los dos primeros tercios de enero, los grandes bancos ya se han dejado por el camino algo mas de un 2%. Una cifra con sabor a derrota después de un 2018 aterrador en el parqué y un 2019 de perfil muy bajo en el que el sector volvió a perder más de un 3%. "La falta de reacción es muy preocupante. Hay un problema de expectativas clarísimo, que va mucho más allá de las posibles medidas de carácter fiscal que apruebe el Gobierno", señalan fuentes bursátiles.

Un teoría compartida por la inmensa mayoría de los analistas y que pone sobre la mesa con la máxima crudeza la comparación con las socimi, sobre las que pesa la posibilidad de un gravamen del 15% sobre el beneficio no distribuido. Una medida de impacto limitado porque estas sociedades están obligadas a distribuir por ley el 80% del resultado pero que, a ojos de los grandes inversores, las dejarían en una posición de desventaja respecto a sus competidores internacionales.

Sin embargo, los grandes fondos están reaccionando con una gran calma. Las cotizaciones de las dos socimi más líquidas del mercado, Colonial y Merlin, suben como en el caso de la primera o se mantienen en niveles muy parecidos a los que terminaron 2019 como la segunda. Sus mayores accionistas están manteniendo posiciones de forma abrumadora. Es la última demostración de confianza en un sector con modelos de negocio muy diversificados y estables tanto por tipo de activo como por su localización geográfica.

Estos atributos revisten a las socimi de un aura de estabilidad. "Nadie duda de los dividendos de Merlin o de Colonial, pero nadie pondría la mano en el fuego por el mantenimiento de los pagos actuales de la banca. Los inversores estan marcando muchas diferencias entre un sector y otro. Si las socimi son hoy ejemplo de estabilidad en bolsa, los bancos están expuestos a una enorme cantidad de riesgos que van mucho más allá de la incertidumbre fiscal", señalan fuentes del mercado que recuerdan que el sector financiero sigue sin visibilidad en el parqué.

Hay consenso entre los expertos sobre que a la banca ya no le queda mucho más potencial bajista. Pero al mismo tiempo reconocen que tampoco hay mucho que ganar teniendo en cuenta el escenario de tipos negativos en la zona euro, la presión regulatoria y la competencia creciente del universo 'fintech' que seguirá azotando al sector financiero al menos los dos próximos años. En definitiva, el nivel de riesgo es mucho más alto en los bancos que en las socimi, que hoy por hoy juegan sus bazas en un mercado inmobiliario mucho más estable en España y Europa a pesar de los aires de desaceleración.

Grandes firmas estadounidenses como JP Morgan o Bank America Merrill Lynch han reafirmado en las últimas semanas su apuesta por las socimi españolas, en las que han ratificado sus valoraciones y a las que reconocen más potencial de crecimiento a pesar de las fuertas subidas acumuladas. Colonial viene de un rally cercano al 40% el año pasado y sigue subiendo y Merlin consolida el avance cercano al 20% de 2018. Mientras, la banca apenas ofrece signos de recuperación después de dos años para el olvido. El presente inmediato se dibuja muy distinto para dos sectores bajo el objetivo del nuevo Gobierno.

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