Y a esta inversión en el país, en alza desde 2010 (las firmas latinas son ya el segundo inversor), se suma la decisión de muchas multilatinas de fijar en España su cuartel general: más de 20 firmas gestionan toda o parte de su actividad europea desde España.
El presidente del ICO, José Carlos García de Quevedo, enfatizaba semanas atrás que España se ha convertido “en la puerta de entrada de las multilatinas para acceder al mercado de la UE” y que, en un momento de avance del proteccionismo en el mundo las relaciones de apertura Europa-Latam “pasan por su mejor momento”, como acaba de demostrar el acuerdo UE-Mercosur.
La inversión latinoamericana en España, que se ha disparado en la última década, rebasaba en stock los 39.490 millones de euros en 2016 y sumaría 57.000 millones de incluirse inversiones ETVE. Ese montante es el 10,4% de la IED que llega a España y sólo EEUU está por delante como destino de la inversión ‘latina’ en el mundo. España no es solo plataforma de entrada a otros mercados, sino país de interés para invertir para cada vez más multilatinas.
España, segundo inversor en Latam tras EEUU, dispone de atractivos y ventajas competitivas que se añaden a la ya natural tendencia de las firmas ‘latinas’ a entrar en Europa a través de un país con el que hay vínculos tradicionales culturales, económicos y empresariales. España no sólo posee un mercado de más de 47 millones de consumidores, al que hay que sumar los 75 millones de turistas que visitan cada año el país. Su pertenencia la UE da a las multilatinas acceso privilegiado a un mercado de 500 millones con gran capacidad adquisitiva. Y su ubicación le facilita ser cabeza de puente para la expansión ‘multilatina’ en África y Oriente Medio. Además, las operaciones de exportación desde España a otros países europeos se ven beneficiadas por la inexistencia de aranceles intracomunitarios y por una moderna red de infraestructuras que permite ahorro en tiempos logísticos y en costes.
Otra ventaja que ofrece España es su gran red de Convenios contra la Doble Imposición (CDI) y Acuerdos para la Promoción y Protección de Inversiones (APPRI), que favorecen la instalación de firmas. España tiene CDI y APPRI con Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, El Salvador, Ecuador, México, Panamá, Dominicana, Uruguay y Venezuela. Y APPRI con Perú, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Paraguay. Además, Madrid es el ‘hub’ de conexiones aéreas en Europa hacia Latam, lo que constituye otra ventaja para las multilatinas que usan España como vía de entrada a Europa.
Por otro lado, España, como socio de la UE ofrece un marco regulatorio seguro y abierto para la IED y estabilidad macro. Ofrece un capital humano muy cualificado, una fiscalidad moderada y un marco fiscal atractivo para las firmas extranjeras. Según Eurostat, España tiene una presión fiscal del 34,1%, por debajo de la media UE (40%). Y un tipo general del Impuesto de Sociedades moderado. Es país observador de la Alianza del Pacífico y como miembro de la UE, tiene numerosos pactos de asociación con mercados del área como México, Chile, Centroamérica, Comunidad Andina y el reciente con Mercosur.
España es también sede del Latibex, plataforma que conecta los mercados de valores latinoamericanos y la bolsa española y mercado que permite a las multilatinas cotizar en Madrid. Grandes firmas como las brasileñas Petrobras, Bradesco, Electrobras, Gerdau y Vale o las mexicanas Alfa, América Móvil y Modelo, cotizan en el Latibex. Todo ello genera importantes lazos económicos, reforzados por el hecho de España es sede europea del BID; CAF y la Segib.
México es el sexto inversor en España con un stock de 29.600 millones de dólares. Destacan Cemex, ADO, Softtek, Sigma, Bimbo, Cinépolis y Gruma, con compras de firmas. Pero también las inversiones de Carlos Slim (que controla FCC, Realia y participa en Caixa); de David Martínez en Sabadell y las de Alsea, Alfa, GIS, Grupo México, Modelo, Vitro, Mabe, Silanes, Ducasse… Brasil es segundo inversor ‘latino’, con un stock de 11.158 millones y firmas como Alpargatas, Camargo Correa, Votorantim, Itautec, Micromar, Stefanini, Spoleto y Queiroz Galvao y la presencia de Banco do Brasil e Itaú Unibanco.
Chile es tercero, con Agunsa, Sudamericana de Vapores, Educaria, Hispania, Arauco, Corpbanca, Interoceánica o Mascato. La presencia argentina se concreta en Arcor, Conarpesa, Havanna o Tecna, y la colombiana, en Totto, Polo Ground, Arturo Calle, Carvajal, Disan, Cafescol, Colombina o Sura y las inversiones de Gilinski en el Sabadell. Perú tiene a Yanbal y AJE; Venezuela, a Sambil y Banesco y Ecuador, a Banco Pichincha. En 2017 el stock global de inversión exterior de las multilatinas sumó 813.000 millones, con Brasil, México de líderes. Un pastel en el que España quiere tener más parte.